sábado, 30 de marzo de 2013

Germán Pacheco, lo que pudo ser y no fue

Si te das una vuelta por el Calderón o simplemente por ciertos foros rojiblancos, todos coinciden con la espectacular temporada de los de Simeone. Un derroche de optimismo que, como todo, nunca es completo para todos. 

"Simeone se los está cargando, no confía en ellos, Saúl, Óliver y Manquillo deberían ser titulares", se escucha por ciertos sectores de la afición.

Si los entrenadores son muy cuidadosos a la hora de poner a los más jóvenes, el Cholo lo es aún más. Un técnico que quiere que todo salga al detalle, que no acepta el mínimo error y que no comprende de fallos si se trata de poco sacrificio.

Meter prisa a los chavales no es bueno para ellos, algo que bien sabe Germán Pachecho. Nacido en Argentina en el 91, Pachecho llegó al Atleti con 16 años para destacar desde su debut. El día que el Atlético le probó marcó 3 goles y rápidamente fue fichado. En el juvenil coincidió con dos delanteros de gran calidad, Borja y Morata. El primero era el delantero de referencia, mientras que Pacheco jugaba o bien por detrás o bien escorado a la derecha, dejando a Morata sin minutos y provocando su salida del club hacia el Getafe.

Pacheco y Banega
Desde las categorías inferiores de la selección española se trabajó a destajo para que la joven perla rojiblanca fuese seleccionable por el equipo nacional, y bien pronto se le empezó a seducir con entrenamientos con los chicos de Del Bosque con sólo 17 años, además de algún que otro paso por las categorías inferiores. Aunque terminó marchándose con la albiceleste.

"Sé que es una citación para un entrenamiento. Y que debo seguir trabajando mucho en mi club para que vuelvan a citarme. Pero para mi es un orgullo. Hoy no pienso en qué selección quiero vestir. Pienso que tengo una oportunidad única de representar un país que le abrió los brazos a mi familia, y donde mi familia es feliz. Y daré lo mejor de mí. Si luego me llaman de Argentina, se analizará con mi familia y con mi representante", señaló en su día el argentino.

Era 2009, sólo tenía 17 y ya estaba rozando el cielo. Primero, con una exhibición ante el equipo juvenil del Real Madrid en el partido crucial por el campeonato. Los rojiblancos llegaban sin Borja, baluarte de la plantilla, pero con un Germán encendido ante el eterno rival colchonero que hizo los 3 goles que tumbaron a los blancos. Uno de penalti, otros dos de jugada individual. Arrancando desde la derecha, con una zurda prodigiosa, era capaz de zafarse de sus rivales y aparecer por dentro para disparar a portería. Su jugada favorita.

Con un golpeo a balón parado a la altura de muy pocos a esas edades, rápido se le empezó a comparar con Leo Messi y las convocatorias oficiales con las inferiores no se hicieron esperar. Con sus 18 años recién cumplidos, Abel Resino decidió llevarle de pretemporada a la Emirates Cup. Con el 30 a la espalda, Pacheco saltó al estadio del Arsenal con 0-0 para dar un breve recital de movimientos en el tiempo que le dejaron. Para colmo, en una que tuvo, marcó el gol que ponía el 0-1 para los rojiblancos.

Pacheco ante el Arsenal
"Que se quede, este chico es mejor que Sinama, ¡qué clase!", la afición estaba con él. La presión era máxima. Pero en el fútbol, como en todo, tiene que existir una pizca de suerte, que confíen en ti, y sobre todo, que te pongan. Sin casi haber jugado en el equipo C colchonero, Pacheco era un prodigio que ya estaba hecho para jugar en primera, pero no había que quemarle, poco a poco, se pensaba desde el club. Tarde. Al chico le habían prometido el oro y el moro y sin siquiera haber jugado como profesional de forma oficial Abel decidía no contar con él y mandarle al Rayo Vallecano en segunda división para seguir aprendiendo.

Pacheco en el Rayo
Su debut no pudo ser mejor, dos goles en la primera jornada frente al Albacete jugando los 90 minutos. Un mero espejismo. Aquel Rayo no andaba tan bien como lo hace hoy el equipo de Jémez y la permanencia en 2ª era el objetivo inmediato. Con Aganzo, Collantes, Pachón o Rubén Castro entre otros en plantilla, Pacheco quedó relegado a un segundo plano y Pepe Mel, entonces entrenador del equipo decidió apostar por los jugadores veteranos para retomar el curso de la temporada. Y le salió bien, pero no a Pacheco.

9 partidos y 300 minutos después, su vuelta a la casa rojiblanca era una realidad. Pero al equipo B, para recuperar sensaciones y llegar a primera cuanto antes. O al menos esa era la teoría. Allí se encontró con 2 grandes problemas. El primero era su falta de confianza. Pacheco había perdido la sonrisa y lo que es peor, la confianza en su juego. "No es el mismo", decían. El segundo medía 1'90cm, era senegalés y se llamaba Ibrahima Baldé, que en ausencia de Borja -lesionado de larga duración- y del argentino, se había hecho con un puesto en la delantera del filial.

Ni en la derecha, ni en la izquierda, ni en la mediapunta, ni de referencia. Pacheco sólo se parecía a Charles Barkley en la película Space Jam tras haber perdido sus habilidades. Sinama ya no estaba en la primera plantilla e Ibra se hizo habitual en las convocatorias de Quique -fichado en sustitución de Abel-, pero ni por esas. Borja, en estado de recuperación aún, era una opción más viable aún que el argentino. 

Su futuro era una incógnita. Cappa lo quería a toda costa para su equipo, confiaba en él. Pacheco sólo quería regresar a casa para intentar reencontrarse al lado de los suyos. El destino le era indiferente, aunque prefería Vélez, allí donde todo empezó con sólo 13 años.

Al final fue Independiente de Avellaneda el equipo afortunado de conseguir los servicios del joven talento. Sus inicios fueron prometedores pese a no conseguir encontrar portería, pero las criticas por haber marcado sólo un gol en 11 partidos eran demasiado para un jugador frágil de mentalidad. A Menotti no le importaba, le aportaba muchas más cosas que el gol. "Un delantero puede jugar bien o mal, pero si no marca va a ser criticado. Germán tiene ese problema, juega bien, pero no anota", se decía de él. Fue demasiado. Y de nuevo se le apagaron las luces. Otra vez el fantasma de Barkley.

Se deshinchó cual globo. Ya no marcaba, pero tampoco aportaba y las apariciones fueron cada vez más esporádicas, hasta que tuvo que volver al Atlético en un viaje de ida y vuelta. Su nuevo equipo era Gimnasia y Esgrima. Ángel Cappa se había encaprichado de Pacheco, con el que contaba para formar una delantera terrible junto a Schelotto. El joven talento defraudó y Cappa, quien más había confiado en él, se desesperó. Tocado y hundido. Un quiero y no puedo que volvió al Atlético para rescindir contrato. Su sueño de triunfar en el Calderón se desvanecía para siempre.

Sólo 2 años después de llamar a las puertas de los mejores equipos, de asombrar en el Emirates y de hacer que Argentina, España e Italia -de donde posee pasaporte- se pegaran por hacerse con sus servicios en el combinado nacional, Pacheco no era nadie, no tenía equipo. Ni estaba ni se le esperaba.

En un intento de recuperar el crack que llevaba dentro, el Karpaty ruso le contrató, pero en los 6 meses que duró su estancia allí pasó con más pena que gloria. Si a todos los problemas del chico le añades el cambio de frío y de clima, el resultado es Germán Pacheco en su peor versión.

En Perú, una liga menor, se fijaron en el jugador, con un cartel aceptable en sudamérica. Unión Comercio fue su destino, donde sólo estuvo los últimos 6 meses de la temporada pasada. Con el inicio de 2013, una nueva vida ha comenzado para Pacheco. Tras terminar con Unión Comercio se ha enrolado en las filas del Juan Aurich, también de la liga de Perú, donde tras empezar de suplente ha conseguido hacerse un hueco y volver a encontrar portería. Sólo tiene 22 años y posiblemente es demasiado tarde, pero si alguien sabe tratar con Pacheco, que no se olvide que tiene un crack dentro de sí.

Actualización a junio de 2015: Tras un breve paso por el Córdoba, Pacheco ha vuelto a Juan Aurich, donde es la estrella del club. En Perú han iniciado los trámites para que juegue con la selección nacional, aunque él ha afirmado que su primera opción siempre será esperar una futura llamada de Argentina.


2 comentarios:

  1. Te gustará saber que German Pacheco probablemente llegará cedido al CórdobaCF. Si es asi, y parece ser que si, a ver si demuestra tu ultima frase. Por cierto, gran post!

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    1. Sí. Me enteré hace unas horas del posible fichaje. Ojalá vuelva a España. Me gustaría volver a verle en nuestro fútbol y ver si de verdad puede triunfar en esto. Un saludo y mucha suerte al Córdoba.

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