jueves, 26 de septiembre de 2019

Ömür Abdülkadir, el sueño turco del campeón de Europa

Durante el mercado invernal pasado, un nombre salió a la palestra para engordar las filas del Liverpool. Jugando para el Trabzonspor en la posición de mediapunta, aunque con una libertad que le permite moverse por todo el campo con la suficiencia de saber que es el mejor jugador de su equipo y uno de los más destacados del campeonato turco, Ömür Abdülkadir sonaba como el refuerzo del equipo que a la postre sería campeón de la Champions League.

Él no se escondía: "El Liverpool es un gran equipo y si la oferta llega, mi club la tiene que escuchar". Entonces tenía 19 años, había metido a los turcos en la final de Copa y estaban asentados arriba en la clasificación de la Liga. Pero pedía a gritos salir en una oportunidad que parecía única. La oferta, algo superior a los 20 millones de euros, nunca pareció cuajar porque en enero no le hacía mucha gracia a los turcos desprenderse de su mejor jugador y en verano los reds decidieron apenas fichar, contando con darle una segunda oportunidad a Lallana, con la vuelta tras lesión de Oxlade Chamberlain y con la adaptación de Naby Keita como grandes 'refuerzos'.

Y el giro fue tremendo, porque el Liverpool se acabó haciendo con la Orejona y Abdülkadir, que saltó a la fama internacional más allá de su fútbol por el spot publicitario con el que el Trabzonspor presentó su camiseta, cayó lesionado de gravedad. Los más optimistas hablan de una reaparición en marzo, tras haber caído en septiembre, mientras que hay ya rumores serios por el país turco que hablan de que el mediapunta podría no volver a vestirse de corto en toda la temporada.

La historia, sea como sea, se ha tornado en drama, con un futbolista a los 20 años en plenitud, que podía estar en uno de los mejores clubes del mundo pero que en cambio ha permanecido en el equipo que le vio nacer (es natural de la ciudad y el club le fichó con solo 11 años) donde va a pasar una larga temporadita en la enfermería. Y para saber más o menos en qué punto de cocción está Abdülkadir en el panorama fútbol, es, el día que se publicó esto (26 de septiembre de 2019) el máximo favorito a ganar el Golden Boy 2019, premio que han ganado algunos jugadores como Messi, Agüero, Mbappe, Cesc Fábregas, Sterling o Pogba, que premia al mejor futbolista del mundo Sub21. Y el turco no solo encabeza una lista en la que aparecen Joao Félix, Sancho, Havertz o Kean, sino que además dobla en puntuación a su inmediato perseguidor, De Ligt, que se hizo con el premio el año pasado.

Ömür Abdülkadir es un mediapunta muy hábil, de constante contacto con el balón. Debutó como profesional con 16 años y con la selección absoluta hace unos meses, cuando aún no había cumplido la veintena. Bajito, pues no llega al 1'70m, suple con mucha inteligencia esa carrocería liviana que le hace ser más endeble en el cuerpo a cuerpo. Maneja a las mil maravillas ambas piernas (aunque es zurdo natural) y controla muy bien el tempo del partido. Tanto, que esta gran esperanza turca se asemeja bastante a lo que era Arda Turan en sus años de plenitud.

Su demarcación favorita está partiendo desde la derecha, para buscar siempre el interior o sorprender encontrando línea de fondo y poniendo el balón con su pierna menos hábil. Capitán sin brazalete, hasta la fecha no ha sido un jugador prolífico cara a gol, pues lo suyo es más la imaginación y la creación. No suele adornarse demasiado en el regate, siendo más práctico y efectivo que vistoso y es bastante generoso en el esfuerzo colectivo defensivo. Ha conseguido una cosa muy difícil y es que, en un fútbol con tanta rivalidad como el turco, el bien común de la selección haya hecho que sea un jugador muy apreciado en prácticamente todos los campos. La pasión turca. Por el bien del fútbol, que su lesión de rodilla sea lo menos grave posible, que no deje secuelas y que podamos verle en los mejores equipos europeos pronto.



miércoles, 18 de septiembre de 2019

Erling Braut Håland, no estamos descubriendo nada

Ya es tarde para hablar de él, porque todo el mundo le conoce. No puedes pretender no saltar al estrellato cuando, con 19 años, en tu debut en Champions League, marcas a los dos minutos de juego y en la primera parte acabas con un hat trick. Si había alguno que no conocía al noruego, es simplemente por no haber estado ojo avizor en los últimos tiempos, pues Erling Braut Håland marcó nueve tantos en un mismo partido en mayo.

Fue en el Mundial Sub20, el rival, Honduras, no el mayor de los escollos, pero quizás no con demasiada diferencia con una Noruega que llegaba a ese partido en fase de grupos totalmente eliminada. Ahí, este tanque noruego, de solo 18 años entonces, sacó sus mejores galas. Hizo goles de todos los colores y se llevó un reconocimiento público que dejó con un sabor agridulce a los scouters de todo el mundo. Por un lado, dolidos porque este niño maravilla ya había llamado a todas las puertas. Por otro, reconfortados en esa idea que ya tenían los pocos que habían ido a verle en directo: el chico no tiene techo.

El asiduo a los videojuegos de la franquicia Football Manager a buen seguro que lo conoce. El ariete noruego es, desde hace varias ediciones, uno de los caramelitos a fichar cuando uno empieza una partida y, si tardas más de un mercado en intentarlo seguro que cuando vayas a intentarlo algún grande se te ha adelantado. En la vida real, uno de esos equipos que lleva siguiéndole desde que tenía 16 años fue el Manchester United. Y es que a su olfato goleador, a Håland siempre le ha acompañado una potente carrocería que le permitió debutar a los 15 años en la Segunda División de Noruega con jugadores que le doblaban (y más) en edad y solo un año más tarde ya estaba siendo parte del Molde, el gigante del país.

Y hablamos de Håland como noruego porque eso es lo que pone en su pasaporte, pues el delantero nació en Leeds y no por una coincidencia sino por que su padre fue futbolista profesional. Los más añejos lo recordarán y alguno no tanto habrá oído hablar de él. Puede que no se le ponga cara, nombre y apellido, pero seguro que todo el mundo ha visto alguna vez el vídeo más famoso de Papa Håland. 

Fue en un derbi de Mánchester entre el United y el City cuando, con poco en juego y sin venir a cuento, Roy Keane realizó la peor entrada de la historia del fútbol. ¿El castigado?: Alf-Inge Håland. "Fui a lesionarle a propósito y no me arrepiento", reconoció el entonces jugador del United, que se quería tomar una pequeña gran venganza por un episodio que tuvieron años atrás cuando el centrocampista noruego provocó con una acción la caída del irlandés, que se lesionó de manera fortuita, al que le acusó de fingir una falta inexistente.

Y Roy Keane lo consiguió. Aquel fue el fin de la carrera del noruego, que intentó calzarse las botas un par de veces más con un éxito más que cuestionable. Alf-Inge Håland llegó al Manchester City en el año 2000, justo cuando nació Erling Braut. Pero para cuando éste vio la luz, Papá Håland aún jugaba en el Leeds, por lo que fue allí donde la hoy esperanza noruega nació.

Puede que por eso se considere a sí mismo como un ferviente seguidor del Leeds United, aunque lo más seguro es que haya sido su padre, que allí vivió sus mejores años como futbolista, quien le haya transmitido ese amor por un equipo que hoy vive en la Championship inglesa.

Y quizás por las referencias paternas, a Håland hijo le haya costado alguna vez oír los cantos de sirena que le han llegado de Old Trafford. Cuando jugaba en el Molde, su entrenador y aquel que le dio toda la confianza fue Ole Gunnar Solskjær, que hoy es entrenador del Manchester United. Por eso, el círculo podría cerrarse de manera perfecta con el noruego reuniéndose con su compatriota y su máximo valedor, aunque seguro que tanto la afición red devil como la propia familia Håland es una opción que hoy ve lejana y a la que es reacia.

Håland está ahora bajo el paraguas de RedBull, jugando en el RB Salzburg que no es más que un salto trampolín a la Bundesliga en caso de merecerlo. Vamos, que si al Leipzig un día le apetece contar con el noruego, muchos millones va a tener que poner un equipo ajeno para llevárselo.

Håland es un delantero alto, fuerte y corpulento, cuya mejor virtud es el simple olfato goleador, que no es poco. No es rápido, pero sí aprovecha muy bien su amplia y potente zancada para correr siempre encorvado y sin levantar mucho la cabeza. Tampoco es el más habilidoso con el balón en los pies, pero es muy rápido en la toma de decisiones y sabe moverse y combinar con bastante soltura. Uno de sus mejores puntos es el juego aéreo, aprovechando su poderoso físico que le sirve también para cuerpear y salir victorioso de los choques y los balones divididos, su buen timming a la hora de saltar y su técnica depurada de remate le hacen ser un peligro en el balón parado.

El arranque de esta temporada no puede estar siendo mejor para él, pues ha marcado 17 goles y ha repartido 5 asistencias en apenas 9 duelos. Es decir, que ha proporcionado 22 goles en 9 partidos. Sale a más de dos por encuentro. Una media terrible, siempre engordada un poco por el nivel de la Liga Austriaca, pero unas cifras que no son fáciles de ver sea cual sea el escalón futbolístico. Su debut con la absoluta no se ha hecho esperar y su puesta de largo en Champions, con un hattrick, le ha destapado como el nuevo objetivo de todos los clubes. No pasará demasiado tiempo hasta que veamos los scouts convertidos en rumores. Y no serán pocos.

 KRUGFOTO/AFP/Getty Images