jueves, 14 de marzo de 2013

La culpa es de Pellegrini

Málaga está de fiesta. Isco y Santa Cruz dieron con sus goles, en una noche mágica, el pase a los Cuartos de Final de la Champions League. El equipo boquerón se ha metido entre los 8 mejores equipos de Europa cuando hace sólo 2 años coqueteaba con el descenso. Pero ni Isco, ni Joaquín, ni el ya olvidado Cazorla tienen culpa de los éxitos de un equipo que está cosechando los mejores resultados de su historia. La culpa es de Pellegrini.

Manuel Pellegrini, Villarreal
El técnico que lo ganó todo en Sudamérica con equipos de la talla de River y San Lorenzo -aún posee varios récords históricos que no se han superado-, viajó hasta Europa para hacerse cargo de los servicios del Villarreal.

En su primera temporada consiguió la mejor clasificación del equipo castellonense en toda su historia, quedando tercero sólo por detrás de FC Barcelona y Real Madrid, consiguiendo así su primera participación en Champions League. Ese año, además el equipo consiguió llegar hasta los Cuartos de Final de la entonces llamada UEFA. Con Riquelme llevando la manija y Forlán marcando goles a pares -ese año fue ganador de la Bota de Oro-, el Villarreal hacía el fútbol más fino y eficaz de toda su larga vida.

Riquelme tras el penalti
La siguiente temporada (2005-2006) iba a quedar marcada para siempre en los corazones de todos los seguidores del Villarreal y de media España. Si bien las cosas en liga no fueron del todo perfectas terminando en séptima posición, todos sufrimos con aquel fatídico penalti de Riquelme -o Román, como prefieran- en el último minuto que no permitió a un equipo tan modesto clasificarse para la final de la Champions. Habría sido algo histórico. Llegar hasta allí con esa plantilla, ya fue toda una hazaña. Y es que si recordamos la plantilla, en el 11 que se enfrentó a aquel equipo jugaba Barbosa en la portería -Hoy jugando con la UD Las Palmas-, con defensas lentos y veteranos como Venta, Peña o Álvarez y jugadores de la talla de Guille Franco o Josico, con un banquillo con gente como Guayre, un imberbe Cazorla o Héctor Font.

Riquelme (I) y Pellegrini (D)
Un año más tarde, los problemas internos del club iban a marcar una temporada que fue, más o menos, de transición. El 'caso Sorín' abrió la caja de los truenos. Un jugador que estaba dando sus últimas tardes de gloria al fútbol y que lo estaba haciendo a muy buen nivel se iba a quedar fuera de la plantilla por decisión propia del técnico chileno "A Sorín le he dicho que puede entrenar pero que no va a jugar", se defendía el técnico. Además, a Forlán el club se le quedaba pequeño y con Riquelme estalló un polvorín. El jugador argentino y el técnico chileno tuvieron sus más y sus menos y el banquillo se hizo el lugar habitual para Riquelme. 

Un año más tarde, el técnico ganó el pulso y Riquelme se fue cedido a Boca Juniors. "A usted le tenía que haber echado antes que a Sorín", frase que se le atribuye al técnico refiriéndose al argentino en un entrenamiento. Pellegrini tuvo que lidiar con las críticas de la afición ya que Riquelme, posiblemente, era el mejor jugador de la historia del equipo. Con Riquelme en el exilio, el Villarreal terminó subcampeón de liga y Riquelme perdió la batalla de todas todas. La afición ya era de Pellegrini.

"Riquelme se escapó, cuando él se fue a Boca Juniors en el Villarreal se quedaron una serie de jugadores que lo dieron todo por el club y por los técnicos. Y esos son los jugadores con los que contamos para este proyecto", fue la forma que tuvo el técnico para cerrar las puertas al argentino.

Con un prometedor Rossi, un Llorente en estado de gracia, una pareja de centrales de futuro como Godín y Gonzalo, el eterno Senna, las últimas tardes de gloria de Pirés, los fogonazos de Ibagaza y las apariciones de jugadores ya hechos como Bruno y Cazorla, el Villarreal juntó la mejor plantilla -por nombres- desde siempre y logró ser 5º en liga -se esperaba más- y volvió a caer contra el Arsenal de Wenger en Champions, aunque esta vez en los Cuartos de Final.

Ambicioso, el técnico fichó por el Real Madrid en una de las decisiones más difíciles de su carrera.

Pellegrini, presentado por Florentino Pérez
En la capital siempre fue mirado con lupa por la afición. Si bien el equipo jugaba bien al fútbol, el FC Barcelona hizo una temporada meteórica que le llevó a ser campeón de liga. Los de Pellegrini consiguieron el récord de puntos de toda la historia del club (96) -algo que Mourinho superó la temporada pasada- entre otros muchos, quedándose a sólo 5 goles de la cifra histórica del club de goles en liga (107).

Pero no se ganó la liga, en Champions el Olimpique de Lyon dio la campanada en Octavos de Final y en Copa se produjo un sorprendente Alcorconazo que dejó al equipo en la cuneta a las primeras de cambio. Demasiado para un equipo que había invertido en sólo dos temporadas 160 millones para fichar a Ronaldo y Kaka', y Pellegrini salió por la puerta de atrás, con más pena que gloria y sin dejar huella.

"En el Real Madrid no tenía ni voz ni voto", señaló al poco de marcharse. "No ganamos la Champions porque no había un plantel estructurado para ganarla y ahí estuvo mi principal discrepancia con Florentino", en alusión a las principales críticas por no llegar lejos en Europa. "Teníamos una diferencia de opinión respecto a la conformación del plantel. Vendió jugadores que yo estimaba importantes", dijo, refiriéndose a los holandeses Arjen Robben y Wesley Sneijder, entre otros.  

Tras unos meses sin trabajo, el Málaga le ofreció el puesto de entrenador con el objetivo de salvar a un equipo que se codeaba con los puestos de descenso. La temporada fue, al final, muy satisfactoria y el equipo terminó en mitad de tabla.

En la 2011-2012 llegaron Joaquín, Monreal, Cazorla, Isco o Toulalán entre otros. Jugadores que él había pedido para formar un conjunto de pequeñitos jugones como ya hizo con el Villarreal. Puso a chicos como Recio, Portillo o Juanmi de la cantera y sacó máximo provecho a Maresca, Camacho o Seba Fernández, cuando nadie daba un duro por ellos, terminando la temporada como 4º clasificado, llevando al club a la Champions League por primera vez en su historia.

Ayer, el Málaga dio a su afición la noche más placentera de su vida. Cuando nadie apostaba por los de Pellegrini pusieron al Porto FC contra las cuerdas, se supieron reponer a un resultado adverso en la ida -con gol ilegal incluido- y a un tanto mal anulado a Saviola para alcanzar el Olimpo de los 8 mejores equipos de Europa. En liga el equipo va en cuarta posición y su mayor problema sólo está en los despachos. El viernes conocerán su próximo rival para tumbar en la máxima competición europea, pero ahora sólo pueden soñar y dar gracias al ingeniero. Porque San Lorenzo y River arrasaron, porque el Villarreal pudo soñar y porque el Málaga está soñando. Y la culpa es, única y exclusivamente, de Pellegrini.

Pellegrini

No hay comentarios:

Publicar un comentario