martes, 23 de febrero de 2021

La perla de la semana: Matías Palacios


Foto: Basel FC


De manera incomprensible, el Basilea ha firmado a un jugador con una proyección bárbara. De la misma manera, incomprensible también, San Lorenzo apenas le ha dado oportunidades al mayor talento salido de su cantera en años. Sin Gaich y sin Senesi, los últimos dos grandes proyectos de la cantera del cuervo, toda la presión de la ilusión recaía en Matías Palacios, el más pequeño de los dos hermanos (su hermano Julián Palacios también juega en el club argentino), que nunca ha podido ser titular ni tener minutos de importancia. Es cierto que apenas acaba de cumplir los 18 años, que ya son varios mercados los que clubes de Europa se han interesado por ese mediapunta al que dicen 'La Joya', pero quizás esa sea la mayor peculiaridad que le haya hecho no tener oportunidades. Matías Palacios es un enganche incomprendido. Una posición que algunos técnicos no logran ver y a la que no consiguen encontrar acomodo en su sistema.

Comparado desde hace ya un par de años por características futbolísticas con Riquelme, otro que sufrió las tiranías de técnicos que no le encontraban hueco en Barcelona e incluso en sus últimos años en Villarreal, lo cierto es que Palacios es el ojito derecho de un gran conocedor de todo lo que se cuece en la AFA como Pablo Aimar. El ex jugador, ahora técnico de las inferiores de Argentina, es no solo una voz autorizada, sino una de las más escuchadas y tenidas en cuenta por todo el panorama fútbol por lo sensato de su mensaje y lo certero de su libro de jugadas.

Héroe de la Sub15 y de la Sub17 (ha ganado ambos sudamericanos de la categoría siendo en los dos la estrella del torneo), llegó a debutar con la Sub20 con 16 años recién cumplidos, teniendo minutos en el prestigioso torneo de L'Alcudia. Su seleccionador entonces fue un Lionel Scaloni que ahora ya está con la absoluta y que le conoce bien. Para seguir quemando etapas, en este inicio de año debería ser el '10' de Argentina en el Mundial Sub20, pero la FIFA canceló el torneo por la pandemia, por lo que Palacios se ha quedado sin un escaparate que le podría haber dado motivo para un salto mucho más grande que la Liga Suiza.

Aunque San Lorenzo, apretado por el mal momento económico y por la duración del contrato del propio futbolista, ha visto la oferta del Basilea como inmejorable. El equipo de Suiza ha pagado cerca de seis millones de euros por la mitad del pase del argentino, lo que le coloca como el fichaje más caro de la historia del club (y de la Liga) y supone que además San Lorenzo se quede aún el 50% para una hipotética venta. Curioso que, en una época donde clubes en Inglaterra, Italia o España están racaneando hasta el final por jugadores algo más contrastados como Montiel, apuesten desde un país donde el fútbol es menor gastando bastante por un chico que aún no se ha asentado en el fútbol profesional.

Ahora resta saber cómo será su acomodo en Europa. Si en el Basilea, que juega con dos interiores y dos extremos, deciden que sus minutos sean en posiciones más centrales o, si como sucede en ocasiones con este tipo de futbolistas, deben encontrar emplazamiento en la banda. O si, con todo en contra, el técnico decide que es lo suficientemente bueno como para cambiar todo su esquema y dejar al argentino en ese enganche que tanto disfruta. No será extraño que pronto sume minutos.

Porque a Palacios se le ve a kilómetros. Su juego es lento, sosegado, inteligente. Puede hacerlo así porque tiene el fútbol en la cabeza un segundo antes que el resto. Es capaz de frenar cuando todos aceleran y viceversa y meter un último pase que es su mejor carta de presentación. De ahí que la comparación tan odiosa con Riquelme tenga tanto sentido como peligro. Porque asemejarle con Román es poner un listón altísimo al que muy pocos han llegado. Matías Palacios es ese jugador con tanto descaro como para tratar de marcar desde el centro del campo. O ese que mete un pase largo con el exterior sin inmutarse. O ese otro que, plantado en la frontal del área, gira sobre sí mismo para acabar metiendo el balón de tacón al corazón del área.

El chico que debutó en Primera con 16 años, ese al que Totti intentó representar hace un par de años y que dudó hasta el último segundo sobre su salida, queriendo quedarse en San Lorenzo y no irse a Suiza. Ese que lleva recibiendo ofertas de Europa desde los 15 años y que nunca ha tenido oportunidades en el club de su vida con regularidad.

Lo cierto es que la Joyita Palacios ahora tiene que extrapolar en el fútbol profesional todo lo hasta ahora mostrado en las categorías inferiores. Y puede que la elección de Suiza, donde no existen tantas expectativas ni el nivel es tan elevado, sea un acierto pensando en Basilea como un paso intermedio para mejores cotas. A veces es mejor jugar y acostumbrarse lejos de los focos en una edad formativa en la que uno necesita estar sobre el césped que quemarse en el banquillo de un equipo de renombre. Porque si Palacios, el mejor jugador joven de Argentina, es capaz de hacer en fútbol profesional las cosas que hacía en fútbol juvenil, no cabe duda que dentro de muy poco estará jugando en los mejores estadios del mundo.

Ficha

Nombre: Matías Palacios.
Nacionalidad: Argentina/Italiana.
Edad: 18 (10/05/2002).
Equipo: Basilea.
Debut profesional: 16 años y 131 días.
Posición: Mediapunta.
Pie hábil: Derecho.
Altura: 1'68m.
Peso: 64kg.
Representante: Eleven Group.
Contrato: 30 de junio de 2025.
Internacional: Sub15, Sub17, Sub20.

jueves, 18 de febrero de 2021

La perla de la semana: Amine Gouiri

CLEMENT MAHOUDEAU/AFP via Getty Images

Hay jugadores que nunca llegan a dar el salto esperado porque en el momento idóneo, todo se tuerce. Una lesión que deja unas secuelas enormes y se corta la progresión de algunos de los mejores talentos del panorama juvenil. No ha sido ese el caso de Amine Gouiri, que en la búsqueda de la gloria personal, eso sí, tuvo que hacer las maletas y abandonar su Lyon natal para labrarse una carrera profesional.

Porque de entre todas las cosas inexplicables que tiene el fútbol moderno, una que llama poderosamente la atención es precisamente cómo el Olympique de Lyon apenas le dio oportunidades al que ha sido uno de los mejores talentos de su academia de siempre. La prolífica cantera lionesa ha sacado a relucir en los últimos tiempos a jugadores como Tolisso, Martial, Benzema, Bern Arfa, Fekir, Umtiti o Lacazette. Hoy, Cerki y Aouar son los máximos exponentes de ella. De todos ellos, prácticamente ninguno tuvo en edad juvenil un impacto tan elevado como el que dejó Gouiri en su época en las categorías inferiores. En cambio, todos los antes citados tuvieron más oportunidades en el primer equipo que el hoy delantero del Niza.

Y es que, el jugador que había sido Máximo Goleador de la Eurocopa Sub17 de 2017 y uno de los máximos anotadores en la historia de Francia Juvenil (ha metido 45 goles en 52 partidos desde la Sub16 hasta la Sub21) se rompió la rodilla en el momento en el que tenía que dar el salto. Era el verano de 2018. El Lyon se había quedado sin Mariano como delantero y ponía toda su fe en Gouiri, un chico de apenas 18 años, que ya había jugado una decena de partidos como profesional con el primer equipo pese a ser menor de edad, y que era la mayor perla del fútbol galo. Pero todo se torció cuando en agosto Gouiri se rompió el ligamento cruzado de su rodilla y no volvió a jugar en toda la temporada. El último día de mercado, el Lyon firmó a Mousa Dembélé y al canterano se le pasó la oportunidad. Porque para cuando se recuperó, ocho meses más tarde, su sitio estaba ocupado por un delantero que había costado más de 20 millones de euros. 

A Gouiri se le cerraron todas las puertas. En la 2019-2020 estuvo siempre relegado al segundo equipo. La llegada de Ekambi le terminó por desterrar a un rol más que secundario, pues apenas disputó cinco partidos con el primer equipo, un total de 109 minutos que se antojaba corto. Había pasado más de un año y medio sin tener minutos con el primer equipo y cuando los tuvo fueron siempre residuales. El poco tiempo del que dispuso auguraba algo normal para estas categorías. Simplemente, Gouiri se había quedado estancado. Quizás no era lo suficientemente bueno como para destacar en el fútbol profesional, o quizás simplemente la lesión le había cortado la progresión y no era el mismo jugador que se recordaba antes. Pero esa segunda afirmación no tenía sentido alguno. Desde la lesión, había jugado 14 partidos con el filial, en los que había metido 10 goles, además de tres tantos en cuatro partidos de Uefa Youth League. ¿Por qué nadie le daba la oportunidad?

A río revuelto, el mejor pescador fue el Niza. Porque ante la negativa del Lyon de dar la alternativa a su canterano (a Ekambi, Depay y Dembélé se sumaba ahora Kadewere en la competencia, además de Cornet), el Niza ofreció a Gouiri la oportunidad de ser importante en la máxima categoría. El traspaso se cerró por siete millones de euros, una cifra baratísima si se tiene en cuenta el rendimiento que está dando un jugador al que, simplemente, nunca le dieron oportunidades.

Desde la delantera o arrancando desde la izquierda, en un parecido razonable con aquel David Villa de los años del Barcelona y la plenitud de la selección española, a Gouiri se le están cayendo los goles de los bolsillos y está siendo un generador continuo de peligro, ocasiones y espacios. El Niza ha hecho con él uno de los fichajes más acertados del verano, posiblemente el más rentable de su historia, y ahora se frotan las manos sabedores de que el día que Gouiri salga del equipo tendrán un botín considerable. 

En esta su primera temporada como profesional, Gouiri suma 12 goles y cinco asistencias en 30 partidos. Unas cifras a tener muy en cuenta para un jugador que el pasado martes cumplió 21 años que alterna entre la delantera, donde acompaña a un jugador más de área como Dolberg, y la banda izquierda. Gouiri caracolea por todo el frente de ataque, ataca muy bien el espacio cuando un compañero fija al rival y posee un muy buen juego de pies que le permite, además de asociarse, buscar también el disparo de media distancia. Es él uno de los atractivos de esta Ligue One, así como como lo ha sido de la Europa League, donde metió cuatro goles en sus primeros cuatro partidos, pero que no han servido al equipo galo para pasar de ronda. Sin duda, lo mejor, es que nunca se ha resentido de aquella lesión de rodilla. No ha recaído ni ha dudado. Nunca necesitó readaptación. Y ahora, el Lyon puede estar tirándose de los pelos por haber dejado escapar a uno de sus mejores talentos de siempre. Argelia, además, de donde posee nacionalidad, está ya al acecho de un jugador que lo ha sido todo en selecciones inferiores pero que nunca ha jugado con la absoluta.

Ficha

Nombre: Amine Gouiri.
Nacionalidad: Francesa/Argelina.
Edad: 21 (16/02/2000).
Equipo: OGC Nice.
Debut profesional: 17 años y 183 días.
Posición: Segundo delantero/Extremo izquierdo.
Pie hábil: Derecho.
Altura: 1'80m.
Peso: 72kg.
Representante: Alain Miggliacio.
Contrato: 30 de junio de 2024.
Internacional: Sub16, Sub17, Sub18, Sub19, Sub20, Sub21.

jueves, 11 de febrero de 2021

La perla de la semana: Sekou Koita

Alexander Hassenstein/Getty Images

Resulta complicado afirmar hoy, cuando Haaland está en boca de todo el mundo por su facilidad para golear a tan temprana edad, que haya un futbolista que en su anterior equipo esté rompiendo todos sus registros de anotación. El caso es que Sekou Koita lo está haciendo. El africano vende menos, vaya uno a saber por qué, pero sus guarismos no le tienen que envidiar absolutamente a nadie en el panorama fútbol. El de Malí esta temporada se ha desmarcado con 15 goles y 10 asistencias en 26 partidos. Ha estado sobre el verde un total de 1534 minutos. O lo que es lo mismo, Koita produce un gol cada 61 minutos. Una auténtica barbaridad. Y lo hace desde las dudas de quien no tiene aún una posición definida, pues sin ser un rematador puro se mueve por todo el frente de ataque con una soltura y una libertad que hace tambalearse a la defensa más férrea.

Nada ha cambiado en su carrera, más allá de su físico. En este mismo blog, allá por 2015, una entrada sobre este jugador, que entonces tenía 15 años, resumía un poco sus primeros compases en el fútbol de nivel para un chico precoz que dominó el Mundial Sub17 pese a ser el único jugador destacado en su selección y, sobre todo, pese a tener dos años menos que el resto, y un puñado de centímetros menos en torneos donde el físico lo es prácticamente todo.

Ahora, mucho más musculado pero con el mismo ansia de victoria, Koita es exactamente el mismo jugador que hace más de un lustro llamó la atención de los mejores ojeadores del mundo y al que RedBull echó el ojo para, tres años después (cuando cumplió la mayoría de edad) acogerle bajo su paraguas en las filas del FC Liefering, el equipo reserva del Salzburgo, que a su vez suele ser la antesala del Leipzig. Por eso, no sería de extrañar que, en una hipotética futura venta de los Olmo, Sabitzer o Sorloth, los alemanes tiren de su equipo afiliado para recoger a un jugador con un hambre de gol desmesurado. Y su camino no fue idílico, pues ni en Liefering ni en Wolfsberger, donde estuvo cedido, destacó. ¿Y si era uno de esos chicos africanos precoces que la rompen en torneos juveniles pero luego se quedan por el camino a la hora de dar el salto?

Con una zurda realmente prodigiosa, lo que llama la atención es el manejo de ambas piernas casi por igual. Zigzaguea rivales cambiándose el balón de bota y no duda en reventar la portería con la diestra si no tiene acomodo para su pierna más hábil. El caso, eso sí, es que donde antes había más dulzura y elegancia, ahora hay más potencia y fuerza. Porque de aquel chico delgado y menudo que tenía dos piernecitas finitas ya no queda nada, y sí más bien una tremenda montaña de músculos que arrolla a sus rivales tanto por calidad individual como por la fuerza de ese elefante que entra en una cacharrería sin miramientos.

Koita es la gran esperanza de Mali desde que Seydou Keita ilusionara al país hace ya más de una década. El otro gran talento contemporáneo del país, Kanouté, pronto vio su precocidad y desde hace años se ocupa de su carrera. Esa nación que nunca ha pisado un Mundial absoluto ahora sueña con que la generación que lidera su nuevo chico maravilla consiga acudir, al fin, al máximo torneo de selecciones. Sin ir más lejos, Koita llevó a Mali Sub17 a ser subcampeona del Mundial en 2015. Estuvo en la plantilla que llegó a ser subcampeona del Campeonato Africano de Naciones en 2016 y fue crucial en la Copa África Sub20 de 2019 que conquistó su selección. En el Mundial Sub20 de 2019, el último celebrado, tuvo un impacto mayúsculo, obrando tres goles y tres asistencias ante rivales de altura como Francia, Argentina o Italia, que apeó a Mali en cuartos de final.

La mayor duda de Keita es dónde terminará jugando con regularidad. Desde hace unos meses, su posición es la de delantero centro, si bien durante toda su corta carrera lo había hecho por todo el frente de ataque, en bandas y sobre todo cayendo en la izquierda. Desde la salida de Haaland, suya es la tarea del gol y suele acompañar en punta de ataque a Daka, el zambiano con el que se entiende a las mil maravillas. 

Siempre a la sombra del noruego y oculto entre los talentos que ha ido sacando el conglomerado futbolístico de la multinacional de bebidas, lo cierto es que Koita ha explotado y luce hoy unas cifras envidiables. Esas que le colocan como el máximo goleador de una Bundesliga de Austria de la que en los últimos años no han dejado de salir talentos.

Ficha

Nombre: Sekou Koita.
Nacionalidad: Mali.
Edad: 21 (28/11/1999).
Equipo: RB Salzburg.
Debut profesional: 18 años y 86 días.
Posición: Segundo delantero.
Pie hábil: Izquierdo.
Altura: 1'72m.
Peso: 68kg.
Representante: Frederic Kanoute.
Contrato: 30 de junio de 2024.
Internacional: Sub17, Sub20, Sub23 y absoluto.

jueves, 4 de febrero de 2021

La perla de la semana: José Cifuentes

Sam Greenwood/Getty Images

Ecuador tiene un pulmón en el centro del campo. No es otro que José Cifuentes, un futbolista con unas cualidades físicas por encima de la media que da pasos pequeños en la MLS, donde al fútbol llaman soccer, y donde todo lo que no sea NFL, NHL o NBA parece olvidado para el espectador medio. El campeonato norteamericano aún no ha empezado y no tendrá inicio hasta dentro de un par de meses, pero el futbolista sudamericano es ya uno de los mayores atractivos para la nueva edición de un torneo que el año pasado se le quedó corto a su equipo, Los Ángeles FC, precisamente un poco por su ausencia. Porque para cuando el equipo angelino llegó a Playoff por el título, su centrocampista estrella contrajo Coronavirus y se perdió el duelo en el que Seattle apeó a los suyos de la competición. Es cierto que con Cifuentes en el campo Seattle habría seguido siendo favorito a la victoria (de hecho, solo cedió en la final), pero la ausencia del ecuatoriano desequilibró aún más la balanza para los de Bob Bradley.

Este curso, Los Ángeles tendrán otro hándicap. La Copa América 2021 se llevará a Cifuentes varias semanas lejos del equipo. Y sí, la MLS tendrá un pequeño stand by en los primeros compases de la cita internacional, pero con la concentración previa y como a Ecuador se le ocurra llegar lejos en la competición, la cosa se puede poner muy de cara para la Tricolor, si consigue encajar las viejas piezas con las nuevas. Porque José Cifuentes pertenece y lidera la que quizás sea la mejor generación de futbolistas ecuatorianos de la historia. Esa que en 2019 se llevó el Sudamericano y acabó el Mundial Sub20 en tercera posición, logrando los dos mayores hitos futbolísticos del país, y amenazando con clasificar y hacer un buen papel en el próximo Mundial absoluto.

Y no todos los jugadores han progresado de la misma manera, pues si bien Cifuentes está asentado en norteamérica y Gonzalo Plata y Campana son ya parte de equipos importantes (el extremo juega en Sporting de Portugal y el delantero en el Wolves inglés), otros como Rezabala y Alvarado se han quedado estancados, quizás fruto de su poco desarrollo físico y de una envergadura que hace tener todo más difícil a la hora de dar el salto. Eso y que aún son muy jóvenes, y uno no puede hacer un cambio generacional tan grande sin escalas.

En el caso de Cifuentes, su físico le ha jugado a su favor. Y es que pese a no ser demasiado alto (1'75m), su registros de movimiento sin balón y la capacidad para cubrir la totalidad de la parcela ancha él solo le hacen ser un dos en uno de lo más aprovechable. Buena muestra de ello se vio, precisamente, en el propio Mundial Juvenil, cuando en un duelo de fase de grupos ante Italia, Ecuador se quedó con 10 en la primera parte y hubo de jugar con uno menos casi una hora. El técnico Jorge Célico decidió que Cifuentes actuara casi de manera doble como central y como mediocentro y nunca se notó que los sudamericanos jugaron con un hombre menos ante una Italia que tenía en el centro del campo a Salvatore Esposito, Luca Pellegrini y Fratessi, y que en punta jugaba con dos tanques como Scamacca y Pinamonti. 

Aquel torneo consagró a un Cifuentes que pocos meses después debutó con la absoluta e hizo su trasvase al fútbol de la MLS. Con la absoluta de Ecuador, eso sí, aún no ha tenido demasiado protagonismo, toda vez que en el doble pivote el jugador del Augsburgo Gruezo parece fijo y el otro puesto de momento está vacante entre varios jugadores jóvenes con más toque de balón que Cifuentes. Al chico le ha pesado que Jorge Célico, quien le hiciera debutar en Primera de Ecuador con 17 años y quien le diera las llaves del Sub20 y la alternativa de la absoluta, no haya sido mantenido en la selección mayor. Porque el de Los Ángeles no se caracteriza por una salida limpia de balón desde atrás, sino que usa su buen físico y su zancada para romper líneas. Tampoco es tan certero en el pase como sí otros muchos, en una de esas tareas que aún debe pulir, pero es un constante ahogo para presionar al rival. Cifuentes es un jugador de recorrido, de ida y vuelta, un box to box, un futbolista que se pasa el partido corrigiendo errores de compañeros, ejecutando coberturas y realizando apoyos para hacer más fácil la vida del resto. Lo suyo no es prodigarse en ataque, sino más bien para atrás. No acostumbra a brillar en el apartado de goles y estadísticas, aunque sí posee un buen disparo que podría hacerle celebrar más tantos de los que mete. Es ese jugador que corre en el minuto 90 igual de fresco que en el pitido inicial. Ese que aburre a los rivales con el correr de las jugadas. Ese al que temes girar y encontrarte presionando. Ese que hace muchas cosas de las que no se ven, pero que son necesarias para cualquier entrenador.


Ficha

Nombre: José Cifuentes.
Nacionalidad: Ecuador.
Edad: 21 (12/3/1999).
Equipo: Los Ángeles FC.
Debut profesional: 17 años y 125 días.
Posición: Mediocentro.
Pie hábil: Derecho.
Altura: 1'75m.
Peso: 72kg.
Representante: Cristian Reinoso.
Contrato: 31 de diciembre de 2022.
Internacional: Sub20, Sub23 y absoluto.