domingo, 13 de septiembre de 2015

Cuando Rossi hace la danza de la lluvia

Misano, 13 de septiembre de 2015. En un circuito rebautizado como Marco Simoncelli donde aún fluye el recuerdo del italiano junto al alma del japonés Tomizawa, que perdió la vida en este mismo trazado hace ya cinco años, cuando sólo tenía 19. Son las 13:59 y sólo falta un minuto para dar la salida de MotoGP. Durante todo el fin de semana, nadie se jugaría su jornal a que la carrera se disputase en condiciones que no fueran las de seco. Y Valentino Rossi, a 30 kilómetros de su casa, aparece con una indumentaria para la ocasión que levantó la sospechas de más de uno. A saber, un casco especial, donde en la parte delantera se deja ver un pequeño pececillo feliz a cuya espalda se asoma un hambriento tiburón. En el lado trasero, tres pequeños perritos ataviados con ropa y utensilios de buzo. Y para más inri, Yamaha le ha puesto en los costados del carenado dos aletas de tiburón que parece mejorarán la aerodinámica de la moto. Jorge no las lleva. ¿Y si Rossi ya sabía que iba a llover?

Parte delantera del casco de Rossi
14:00, arranca la carrera, primeras gotas de agua en el asfalto y bandera blanca en pista. Los pilotos pueden entrar cuando les plazca para cambiar a una moto que les está esperando, ya preparada con los reglajes para mojado. Pasan las primeras vueltas y el chispeo es minúsculo y en pequeños tramos del circuito. Con todo, los primeros pilotos se aventuran al cambio. Son los del paquete trasero, los que no se juegan nada, aquellos que tienen poco que perder y mucho que ganar con un golpe de lotería. Pedrosa tiene un susto, pasa de seguir la estela de Rossi (tercero, en el mismo grupo con los tres españoles) a luchar con el grupo de detrás, a varios segundos de la cabeza y más de uno se plantea entrar. Lo hacen todos menos cinco. Lorenzo, Márquez y Rossi. Los otros dos no importan. O eso se pensaba.

Cambian de moto adelante y sólo dos auténticos locos deciden no entrar. Uno es Scott Redding, que tiene una salida de pista, se clava en la grava y besa el suelo. Carrera terminada en el 99,9% de las ocasiones, pero no hoy. El otro es Bradley Smith, otro británico, que lidera la carrera por un suspiro. Ahora sí, se ha desatado el vendaval y el compañero de equipo de Pol Espargaró empieza a perder posiciones de forma insostenible hasta ponerse último, detrás de su compatriota Redding.

Parte trasera del casco de Rossi
Se escapa Rossi, la lluvia le viene como anillo al dedo, esas aletas que nada tienen que ver con el agua le ayudan en su navío por el mar y pone su lancha a punto para sacar más puntos a un Jorge Lorenzo en esta regata por el campeonato. Pero la pista se seca. Toca volver a entrar. Y lo hacen todos, o casi todos. Porque Lorenzo aguanta, también Rossi. Se calcan la estrategia pese a que en el box su equipo se desgañita y no saben de qué forma marcar en la pizarra que entren a cambiar. Lo hacen. Jorge primero, Rossi después. Una vuelta de diferencia que le cuesta al italiano unas pérdidas cerca de seis segundos, mientras otros pilotos ya están delante, con Márquez en la cabeza. Su estrategia parece haber fallado. Pero no. Justo cuando Rossi se reincorpora, Lorenzo va al suelo. En realidad, el 46 sí se ha equivocado, porque marcha sexto (quinto tras la caída de su compañero) y la carrera se le ha ido por dos vueltas. Márquez es líder, ¿pero quién va detrás?

Y es que los que acompañan al catalán en el podio son dos británicos. ¿Os suena? Uno no ha pasado por los boxes en toda la carrera, mientras que el resto de pilotos lo ha hecho dos veces. Se llama Bradley Smith, que celebra como un loco su éxito a la entrada en meta. Ha bailado con zapatos de seco toda la carrera en el asfalto más mojado. Ha ido con tiento, ha visto el suelo de cerca demasiadas veces pero ha mantenido la compostura. En dos ocasiones ha hecho el ascensor, pues ha pasado de liderar la carrera hasta la última plaza para volver a pasar por todas las posiciones hasta coger ese segundo lugar del cajón. El otro se había caído al principio. Es Scott Redding, que mete en el zurrón su primer podio en la máxima categoría. Todo tras haber caído en el inicio de la carrera. Rossi termina quinto, dobla la ventaja que tiene con Lorenzo en el campeonato y sale de su casa como el gran vencedor. Con el 46, todo Vale. 

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