domingo, 23 de noviembre de 2014

Una plantilla en cuarentena

"En el fútbol, lo más importante es que te respeten las lesiones", una máxima repetida por equipos, técnicos, jugadores y hasta aficionados que suele alcanzar su cenit en la pretemporada o en los primeros meses de competición cada campaña. ¿Qué sería de este Real Madrid con Cristiano Ronaldo fuera del equipo durante un trimestres? ¿Del Barça sin Messi?. Ya sufrió el Dortmund el año pasado una plaga interminable de problemas que arrastran también en este inicio de curso que ha tirado por la borda todo el trabajo realizado durante casi un lustro.

Alex Pato / AFP
Jugadores como Alexandre Pato, llamados a comerse el mundo y olvidados entre sesiones de fisioterapia, gimnasio y recuperación. O como el Kun, que se pasó desde diciembre renqueante y pagó caro en el Mundial su falta de puesta a punto. Que es de vital importancia tener a tus chicos sanos es algo que bien sabe Van Gaal en su nueva andadura como Red Devil. Si ya de por sí su línea trasera estaba cogida con alfileres, las lesiones de gravedad de Rojo, Evans, Blind y compañía han terminado con los imberbes McNair y Blackett comandando una zaga histórica (incluso ha tenido que jugar como defensa Carrick) en la que hace no mucho se repartían el brazalete de capitán entre Vidic y Ferdinand. 

Capítulo aparte merece el Arsenal de Wenger, aunque sus problemas en la enfermería son ya parte de su filosofía de club, como aquel que dice. A una plantilla incompleta y coja, término este último que viene como anillo al dedo, se le suman los percances interminables de Wilshere, Arteta, Giroud, Debuchy y compañía. Suerte tienen de las recuperaciones de Chamberlain y Walcott, aunque para ser fieles a su historia, ahora tienen a los dos porteros de baja. Una mención merece sin duda Diaby, que debe tener instalado un hospital de campaña en su jardín al que parece haber invitado de forma permanente a Sturridge

Y es aquí, entre las adversidades, donde toca hablar del Newcastle. Tocado y hundido, en puestos de descenso y sin saber reconducir al equipo, Pardew se vio obligado a confiar en quienes prácticamente no contaban y en rediseñar e inventar puestos para jugadores. Apareció Abeid por dentro, Ayoze como ariete y entre Dummett y Steven Taylor lograron sacar un compañero de garantías para Coloccini. Las urracas, imparables desde entonces (seis victorias seguidas), no sólo han salido de puestos de descenso y pelean por puestos de Champions, sino que se siguen sobreponiendo a los problemas de lesiones. Su repertorio es interminable y con los jugadores caídos bien se podría hacer un once competitivo (con algún suplente de garantías) de mitad de tabla. Sólo faltaría un portero, aunque los gunners podrían prestar a alguno de los suyos, tienen de sobra. 

Coloccini (I) y Steven Taylor (D) / Premier League
Y es que en la línea trasera no está Santon, lesionado desde el final de la pasada campaña y cuyo expediente X levanta sospechas. Duras sesiones de gimnasio para volver. O eso al menos es lo que se quiere sin mucha esperanza. Indispuestos se encuentran también Coloccini y Steven Taylor, los dos pilares de la zaga desde hace más de un lustro y en la derecha tendríamos al jugador estrella en estas lindes, Ryan Taylor, cuyo calvario da para escribir una trilogía. Y es que este último, que se había pasado 32 meses sin pisar un campo por sendas lesiones de rodilla (se rompió el ligamento cruzado hace más de dos años y medio y sólo tres días antes de recibir el alta médica se lo volvió a romper), volvió a ver cómo su rodilla decía basta este sábado, el día que regresaba a su estadio, el día en el que volvía a ser titular.

En la parcela ancha tiene su sitio Tioté, uno de los mejores jugadores del equipo campaña tras campaña que debe andar atado a alguna camilla de hospital. La mala suerte la completa Abeid. No contaba para Pardew, no había debutado en Premier a sus 22 años y tras hacerlo por obligación y falta de efectivos, se ganó la confianza de todo el seno del club. Parecía ser inamovible del once hasta que la semana pasada se rompió un dedo del pie jugando con la selección. 

Por delante, una línea de tres explosiva. El joven Aarons, la revelación de la temporada, sería un enganche perfecto. Fue jugar, marcar, asombrar y caer en la enfermería. No sé qué es lo que comen estos chicos, pero yo no quiero probarlo. Y si encima tienes en tu equipo a un jugador con tendencia y gusto por salir en camilla con asiduidad como Obertan, la fórmula del KO cobre todavía más sentido, porque el francés se lesionó cuando estaba siendo determinante y el favorito de la grada. En la otra banda estaría Jonás, que ahora empieza a entrenar tras superar una grave enfermedad. 

Obertan, atendido por los médicos / Ed Sykes
Arriba, y no por ello menos importante, el titular claro era Cissé. Un punta que juega con las lesiones como lo hace un funambulista sobre su cuerda. Se pasó seis meses fuera por una lesión de rodilla, volvió, marcó y volvió a desaparecer del mapa. Ahora ha vuelto, entre algodones, y no se le puede considerar como baja, así que no tenemos más remedio que elegir a Facundo Ferreyra, que entre lesiones y sobrepeso aún no ha debutado. Nunca se deseará la lesión de un jugador, pero si tiene que caer alguien sí o sí... ¿No se puede lesionar Anita?

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