lunes, 12 de agosto de 2013

Correa, el ángel de los cuervos

Nunca falla. Siempre hay un jovencito pequeño en Argentina que sobresale de la media, que rompe los esquemas y que hace suspirar a más de un amante del fútbol. En su día fue el Kun Agüero, con sólo 15 años. De seguido, Zárate, Piatti, Facundo Ferreyra o Toto Salvio, entre otros.

¿El último? Ángel Correa (9 de marzo de 1995), por encima de otros ilustres como Vietto. He de decir que lo que más me marcó de este chico cuando lo conocí fue sin duda su apellido. Correa, como el Petete. Aquel uruguayo que jugó en nuestra liga una década entera entre los 90 y los primeros años del nuevo siglo y que me encandiló cuando vistió la camiseta del Atletico de Madrid. Tenía más calidad en una uña de su diestra que la que muchos siquiera pudieran soñar con llegar a tener nunca, pero su cabeza no jugaba al mismo nivel.

Debutó hace sólo unos meses de la mano de Juan Antonio Pizzi en una sonrojante derrota delante de su afición por 1-4 ante Racing, pero desde entonces su vida cambió. Y la hinchada ya tenía un nuevo ídolo. Relativamente pequeño (1,74 cm.), su verticalidad con el balón, a la par que su conducción con la pelota pegada al pie y su habilidad para gambetear y generar ocasiones de la nada, saca los gritos de júbilo de la hinchada cada vez que entra en juego con el cuero. Con la calidad necesaria para inventar como un "10" y la capacidad goleadora de estar en el sitio como un "9", se hace muy difícil describir su posición natural o preferida. Casi tanto o más como le resulta a las defensas rivales pararle.


Le comparan con Lavezzi y le comparan con el Kun. Aún tiene mucho que recorrer para llegar a ellos, pero sin duda su lucha y entrega sobre el verde no hace más que recordar a lo que hace Carlos Tévez cada vez que sale a la cancha. Su "32" a la espalda aumenta más aún esa opinión que tienen muchos.

"Me gustan Correa, Vietto y De Paul", así de tajante se mostró El Cholo Simeone hace sólo unas semanas en una entrevista en la que, más allá de hablar de su hijo Giovanni, le preguntaban por los mejores jugadores de la Liga Argentina. 

"No tiene techo, va a ser de la selección porque siempre tiene algo que dar", le define y elogia Osvaldo Coloccini, director de la cantera de San Lorenzo. 

"No tiene miedo. No es el típico jugador corpulento pero es muy fuerte. Ha sido titular con cada equipo que ha jugado pero la rompió en 2011, con la séptima categoría que ganó el título. Es habilidoso, tiene gol y gambeta, pero no es egoísta. Es muy inteligente para leer el juego y sabe cuándo habilitar a un compañero que está mejor ubicado para convertir”, le define Carotti, su ex entrenador en las inferiores.

Hace sólo un año el Benfica estuvo cerca de cerrar su fichaje como agente libre, pero finalmente acabó firmando su primer contrato profesional con San Lorenzo. En Europa ya se lo rifan los grandes. Y los que no lo conozcan, sólo tienen que esperar. Se hace llamar Angelito...

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