domingo, 29 de mayo de 2016

Eurocopa, selecciones una a una (II): Bélgica, el gran salto


Cuando una selección del segundo o tercer nivel tiene le aprobación general y resuena a bombo y platillo como lo hizo Bélgica en el pasado deja de perder el factor sorpresa y acaba con la vitola de revelación para convertirse en realidad. Y eso es lo que le pasó a los Diablos Rojos en el pasado Mundial. Exigidos a nada, las expectativas que se levantaron sobre los belgas en las semanas antes de la cita en Brasil fueron tan elevadas que los cuartos de final que alcanzaron se antojaron escasos, sin importar siquiera que fuera la Argentina infranqueable de Mascherano (sólo encajó un gol en las eliminatorias y tuvo que ser en la prórroga de la final) quien les dejara en la cuneta.

Ir con Bélgica molaba y se convirtió, de repente, en la segunda selección de todos. La calidad individual de sus jugadores, algunos de los mejores del mundo, y su juventud fueron dos de los factores que ayudaron a los de Marc Wilmots a ganarse el corazón de más de medio mundo. Eso y la posibilidad de que un combinado un par de peldaños por debajo de las potencias de primer nivel hiciera temblar a Alemania, Brasil, Argentina o España. Y ese ansia de que triunfara, esa expectativa que quizás superaba la realidad, acabó por consumirles. Estaba más o menos claro que la cita mundialista iba a llegar de forma prematura para una plantilla tan imberbe y cuando los que de verdad saben de fútbol empezaron a hablar de Bélgica antes que nadie, allá por 2011 y 2012, tenían las miras puestas en la Eurocopa que se celebra este verano.

Es entonces cuando todas esas promesas han madurado. Ya saben lo que es competir, ya han acudido a su primer gran torneo y han adquirido una experiencia necesaria para jugar este tipo de eventos. Los Hazard, Courtois o Lukaku se han convertido en hombres y es ahora cuando están preparados para dar el salto y consumar un éxito que se les ha resistido incluso en las categorías inferiores. Y es que pese a los nombres, los belgas necesitan llegar a ser un equipo y creerse que pueden ser campeones. Y ahí es probablemente donde esté su mayor lacra, personificada en Marc Wilmots. El seleccionador, crucial para la evolución y transición, fundamental para poner al país en el primer nivel, no es el técnico idóneo para llevar a los belgas a lo más alto. Suya es gran parte de la obra que hoy encontramos, pero no es el mejor entrenador posible para ejecutarla. Como pasó con Klinsmann y Alemania, por ejemplo. Jurgen, creador, tuvo que dejar paso a que Low se llevara los elogios.

Y es una pena que no coincida la mejor generación de la historia de Bélgica (a día de hoy, porque lo que viene por detrás está, como mínimo, al mismo nivel) con un técnico capaz de sacar el máximo rendimiento de sus jugadores para un país que necesita ya el título que se le escapó en la década de los 70 y los 80.

Encuadrados en el grupo de la muerte junto a Italia, Suecia y una Irlanda que con Martin O'Neill en el banquillo nunca puede ser considerada cenicienta y tras una fase de clasificación inmaculada, no será ni siquiera sencillo para los belgas pasar a la siguiente fase, por mucho cartel de favorito que lleven colgado. Un tropiezo con rivales de tal entidad te deja prácticamente fuera. El margen de error es prácticamente nulo.

La baja de Vincent Kompany por lesión hará dar un paso adelante a Eden Hazard, ya confirmado como capitán para el torneo. El mediapunta, tras una temporada amarga con el Chelsea, parece haber recuperado su mejor versión en este último mes de competición. ¿Quizás reservándose para Francia? Pronto lo sabremos, pero el nivel del blue ha estado muy lejos de acercarse al que se le exige al jugador que hace apenas un año asomaba la cabeza para disputar los galardones individuales con Cristiano Ronaldo y Messi. Algo parecido ocurre con Thibaut Courtois. A un nivel supremo en sus años en el Atlético de Madrid y manteniendo el tipo en su primera temporada en Londres, su nombre está por primera vez en su corta carrera en el disparadero tras una campaña más mala que buena y con la llegada de Conte no es segura siquiera su continuidad en Stamford Bridge.

Con el meta del Chelsea bajo palos y Mignolet en la recámara, la defensa será el mayor quebradero de cabeza de Marc Wilmots de aquí al inicio del torneo. La variedad de posibilidades gracias a la polivalencia de sus zagueros y la ausencia de laterales puros de nivel hace que cualquier cábala sea factible. Aunque no es menos cierto que es una sábana corta, y que cualquier cuarteto deja una carencia en cada uno de los puestos. Lo más sensato sería dejar en los centrales a Alderweireld y Vertonghen, pareja en el Tottenham que ha rayado a un gran nivel, y decidir entre Vermaelen y Jordan Lukaku en la izquierda dejando a Meunier en la derecha. Pero el nivel de este último deja que desear. Entonces, Alderweireld podría correr un puesto hacia la derecha, pasar al lateral, y dejar una vacante para Denayer o el veterano Lombaerts. Claro, que ahí se perdería jerarquía en el centro de la zaga.

Por delante, las opciones que maneja Wilmots y que ha estado utilizando en los últimos meses son dos: por un lado, llenar de músculo el centro con un trivote y dejar libertad en la delantera con dos alas bien abiertas y Lukaku en punta. Podría darse en los partidos más exigentes entonces ver un centro del campo formado por Witsel, Nainggolan (innegociables éstos dos) con Fellaini o Demeblé completando la parcela ancha, alegría y libertad en las alas para Hazard y De Bruyne. Por otro lado, la opción que más agrada al gentío, la más arriesgada, sería la de jugar sólo con doble pivote y meter en un tridente ofensivo de mediapuntas, por detrás de Lukaku, a Hazard, De Bruyne y Carrasco o Mertens. El contragolpe y las transiciones rápidas como arma arrojadiza.

Cierto es que los Diablos Rojos han jugado mejor en este último sistema en los últimos meses. Claro que los rivales de la fase de clasificación no tienen el mismo nivel que habrá en la Eurocopa. Con todo, tendrán el mismo problema que la selección francesa: falta de creación desde la sala de máquinas. Witsel, recuperador nato, da una primera salida más o menos nítida desde atrás, pero esa no es su función. Y Nainggolan, correcaminos incansable es el pilar que da equilibrio y estabilidad al equipo. Quizás el jugador que mejor pueda llevar a cabo esa función sea Dembele, pero a día de hoy el del Tottenham no se encuentra en su mejor versión y ha ido apareciendo y desapareciendo del once belga con regularidad.

En punta no habrá dudas. Lukaku ha dado un golpe encima de la mesa y se ha desmarcado al fin, de una vez, de Benteke. Esa competencia sana que les ha ido haciendo crecer a uno y a otro de forma paralela ha menguado por la mala temporada del del Liverpool, con pocos minutos desde la llegada de Klopp. Aunque el del Everton, todo hay que decirlo, fracasó en el Mundial y fue la irrupción de Origi la que salvó a los de Wilmots más de un encuentro. Su oportunidad aguardará Batshuayi, otro jovencito que a sus 22 años es la única noticia positiva del Marsella, donde ha logrado esta campaña 22 goles y nueve asistencias.

La solidez defensiva y el equilibrio lo tienen ya los belgas y falta que sus jugadores diferentes aparezcan en los momentos importantes. Su banquillo es poderoso y Marc Wilmonts tiene una gran baza en sus hombres reserva, tan importantes en torneos cortos de este calibre. Así, los Carrasco, Mertens, Fellaini o Benteke deberán jugar un papel crucial pese a no parecer fundamentales y esta selección belga en la que no sólo habrá 11 hombres, sino 15 o 16, tiene en su mano la llave para escribir el nombre del país con letras de oro por toda Europa.

-Porteros: Thibaut Courtois (Chelsea), Simon Mignolet (Liverpool), Jean-Francois Gillet (Mechelen).
-Defensas: Toby Alderweireld, Jan Vertonghen (Tottenham), Nicolas Lombaerts (Zenit st Petersburg), Jason Denayer (Manchester City, on loan at Galatasaray), Dedryck Boyata (Celtic), Jordan Lukaku (Oostende), Thomas Meunier (Club Brugge), Thomas Vermaelen (Barcelona).
-Medios: Axel Witsel (Zenit St Petersburg), Marouane Fellaini (Liverpool), Mousa Dembele (Tottenham), Radja Nainggolan (Roma).
-Delanteros: Eden Hazard (Chelsea), Kevin De Bruyne (Manchester City), Romelu Lukaku (Everton), Dries Mertens (Napoli), Michy Batshuayi (Marseille), Christian Benteke, Divock Origi (Liverpool), Yannick Ferreira-Carrasco (Atletico Madrid) 
-Seleccionador: Marc Wilmots.
-Reservas: Nacer Chadli (Tottenham), Laurent Ciman (Montreal Impact), Laurens De Bock (Club Brugge), Guillaume Gillet (Nantes), Thorgan Hazard (Borussia Monchengladbach), Kevin Mirallas (Everton), Matz Sels (Gent).


No hay comentarios:

Publicar un comentario