martes, 25 de junio de 2019

¿Alguien se acuerda de Felix Passlack?

Passlack, en la previa de un partido Champions / Maja Hitij/Bongarts Getty Images
En la temporada 2015, un joven futbolista de las categorías inferiores de la selección alemana conquistó a los ojeadores de los mejores equipos del mundo. Capitán de la Mannschaft en la Eurocopa Sub17 y el Mundial de la categoría, Felix Passlack lo tenía todo para convertirse en el próximo niño bonito del fútbol alemán, que vivía una época de bonanza maravillosa. A los Marco Reus, Gotze, Ózil, Draxler y compañía se le unían los talentos de algunos chicos que ya iban despuntando. La selección acababa de conquistar el Mundial y el relevo generacional se antojaba esperanzador. Los Gnabry, Sané, Brandt ya asomaban en la Sub21 como alternativas de futuro, pero todos ellos fueron eclipsados por el talento de Passlack.

Passlack, jugador de banda derecha, veloz, eléctrico, imprevisible. Era capaz de subir y bajar durante los 90 minutos y si la situación lo requería podía jugar por el otro costado o por el centro. Su versatilidad y su liderazgo eran impropios para un jugador de su edad, Elegido en el once ideal del torneo del Europeo juvenil aquel año, el Borussia Dortmund, que empezaba su reconstrucción tras la marcha de algunas de sus estrellas, le dio la alternativa a final de la 2015-2016.

Con solo 17 años debutó en Bundesliga. Su carta de presentación era inmejorable. En los últimos dos años jugando en el filial del equipo de Westfalia, desde la banda (a veces interior y a veces lateral) había marcado más de 40 goles y había dado más de 40 asistencias. Era crucial y así lo pareció también en sus primeros partidos con los mayores.

En el seno del club tomaron la decisión de que Passlack fuera definitivamente lateral. Daba igual el costado, él podía jugar por ambos y así no se pisaba en labores ofensivas donde había futbolistas como Gotze, Reus, Pulisic, Schürrle, Dembelé, Kawaga, Emre Mor o Bruun Larssen. Pero Passlack se quedó. Vaya si se quedó. Schmelzer, Durm, Guerreiro y Piszczeck se lo comieron en todos los frentes y al chico se le pareció olvidar saber jugar.

Tras un año con poco protagonismo, con 19 años y siendo ya internacional Sub21 se marchó cedido al Hoffenheim. Y allí, nada más llegar, el club tomó la decisión de bajarle al filial. No era lo suficientemente bueno como para jugar en Bundesliga. ¿Qué estaba pasando? Apenas jugó 200 minutos con el primer equipo. Esta temporada, en búsqueda de la recuperación del sitio, se ha ido cedido al Norwich City. La Championship quizás podía ser ideal para él, un campeonato muy físico donde desarrollar toda su velocidad... Pero su suerte ha sido otra porque tampoco ha sido válido para la segunda categoría del fútbol inglés. El chico por el que se peleaba toda Europa dos años antes no valía para Championship. Y es que, la temporada ha terminado para él habiendo jugado solo 6 minutos con el primer equipo en Liga.

Ahora, Passlack tiene que volver al Borussia Dortmund. No entra en la cabeza de nadie que pueda tener sitio en la plantilla de Lucien Favre. Pero tampoco es fácilmente explicable cómo un jugador como él, que tocó el techo con 17 años, ahora, con 21, no tenga sitio en ningún club de una mínima categoría. ¿Alguien será capaz de sacarle todo el fútbol a Felix Passlack?

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