sábado, 20 de junio de 2015

Mundial Sub 20: Once ideal del torneo

Las once luces que brillaron con luz propia en el Mundial Sub 20 celebrado en Nueva Zelanda, en la XX edición de este torneo.

Rajkovic, ya como campeón / FIFA
Predrag Rajkovic (19 años, Serbia): Si hay algo en lo que esta copa ha tenido excedente sin duda ha sido en la porterías. Los guardametas han demostrado eso que en tantas ocasiones se antoja difícil, despuntar y ser cruciales en las categorías más inferiores. La dificultad del puesto, la presión y otros muchos factores suelen suponer que los arqueros estén siempre por debajo en eventos de estas categorías, pero no en Nueva Zelanda. Si bien el mejor ha sido Predrag Rajkovic, Guante de Oro del torneo que ha encajado sólo 3 goles en 7 partidos, no hay que olvidar a otros muchos que se quedaron en el camino, cada uno con sus virtudes, sus defectos y su toque propio. Como Ibrahima Sy, el excéntrico portero de Senegal que pertenece al Lorient. Sy, el portero más goleado del torneo a causa de dos abultadas derrotas, ha exhibido en Nueva Zelanda un poderío físico y unas cualidades innatas tremendas que sólo pueden mejorarse si se pule su técnica desde ya mismo en Europa. O Tino Casali, el perfeccionista de Austria, un portero que parece haber sido sacado del fútbol sala que medía al milímetro cada detalle. También André Moreira, portugués que pertenece al Atlético de Madrid. Un portero con mayúsculas, más efectivo que espectacular, que aporta seguridad por arriba y por abajo y superioridad en el mano a mano. O Batalla, condicionado como toda Argentina por un Grondona al que le ha podido el papel. Pero volviendo al serbio... Ha hecho de todo y todo bien. No ha cometido errores y ha sostenido al equipo cuando lo han necesitado. Es un capitán, un líder, un hermano mayor que cuida de sus lazos de unión y que no permite que un balón de más traspase la línea de gol. Es un matón de su área y quien entra en ella sabe con quién tendrá que rendir cuentas. Ya es titular con el Estrella Roja de Belgrado y no tardará en serlo con la selección absoluta, con la que ya ha debutado.

Joao Pedro (18, Brasil): El lateral derecho no tiene discusión. Joao Pedro es el nombre propio de esta banda. El jugador brasileño sigue los pasos de los Cafú, Dani Alves, Maicon o Danilo y durante el torneo enseñó que su diccionario para entender el juego se resume en un verbo: atacar. Joao Pedro no conoce otra cosa, ya sea por la derecha como por el centro. Una cualidad magnifica para una selección como la brasileña, dominadora de sus partidos. Es un pulmón para 90 minutos que goza de un físico privilegiado para acabar cada encuentro tan fresco como lo empezó. De lo más destacado de una Brasil que, pese a ser subcampeona, no mostró ni de lejos su mejor versión. Un talento del que se aprovecha hoy el Palmeiras pero que, si sigue con semejante progresión, será imposible no verle dentro de poco en Europa.

Srjdan Babic (19, Serbia): Casi dos metros de central es lo que tenía Veljko Paunovic a sus órdenes con Babic en el eje de la zaga. El defensa perfecto que todo entrenador sueña con tener. No duda, va duro al corte y sabe anticiparse. Su tamaño le permite ser inexpugnable por arriba y es muy rápido pese a ser tan alto. Ya es titular en la Vojvodina y aunque no era el jugador con más cartel del equipo, ni siquiera a priori titular, ha terminado por sentar a Jovanovic y erigirse como líder único de la línea de atrás. 

Milos Veljkovic (19, Serbia): Al lado de Babic, Veljkovic, un par de centímetros menos que su compatriota, pone la elegancia, la primera salida de pelota limpia. Un jugador bastante más técnico que ya ha dado el salto al fútbol europeo de nivel. Propiedad del Tottenham, ha hecho sus apariciones ya como cedido en Championship con el Charlton y el Middlesbrough, aunque también ha debutado con los Spurs. Veljkovic, polivalente, ha alternado el mediocentro con la zaga, donde se ha asentado en el tramo final del torneo.

Nemanja Antonov (20, Serbia): La zaga la completa otro campeón, Antonov. Un prototipo de jugador que en los últimos años se está haciendo más común ver. Un lateral potente, con zancada larga y decidido en ataque, pero una roca en defensa. Por posición (banda izqueirda), el paralelismo se puede hacer con Kolarov, aunque difiere en varios puntos con el del Manchester City. Antonov recula bien y corre para atrás con criterio, combina bien, llega mejor a línea de fondo, pero no tiene el cañón del citizen. Sin duda es mucho más parecido a Branislav Ivanovic, sobre todo cuando el hoy defensa del Chelsea empezó. Antonov, con todo, ni puede jugar de central ni va bien de cabeza como el blue, además de que juegan en bandas distintas, pero es sin duda, por estilo de juego, el jugador al que más se asemeja. Disputó por el premio Youssouf Koné (Malí) hasta el final, pero su expulsión en semifinales acabó por quitarle la ventaja con la que partía.

Danilo (19, Brasil): El jugador llamado a recibir el Balón de Oro del torneo si Brasil se alzaba con el título, se vio obligado a contentarse con el de Plata tras el fracaso en la final. Danilo rezuma profesionalidad. Un jugador con 19 años recién cumplidos que deja la sensación de llevar 15 jugando al máximo nivel. Un portento físico con una superioridad que le permite abarcar él sólo la totalidad del centro del campo. Como buen brasileño, además, no está nada exento de calidad y suele gustarse con algún lujo prohibitivo cuando en alguna acción esporádica acaba en una posición no tan comprometida como la suya natural. Su fuerza (es una roca) y su buen posicionamiento táctico le permiten jugar también como central, así como un mediapunta llegador. Su disparo es potente y su liderazgo infinito. El Liverpool fue el primero en llamar a su puerta hace dos temporadas y el Barcelona se fijó en él como relevo futuro de Busquets, pero él prefirió crecer en un clima más familiar y en un equipo de no tanta exigencia para no acabar relegado al banquillo y fichó por el Sporting de Braga. La Juventus de Turín ya ofreció en diciembre algo más de 10 millones de euros por él, pero de momento sigue perteneciendo al club portugués. 

De izqda a derecha, Traoré, Danilo y Milinkovic-Savic, con los premios
a los tres mejores jugadores del torneo / GETTY IMAGES
Sergej Milinkovic-Savic (20, Serbia): Un trabajador silencioso. Ganador del Balón de Bronce del torneo, ha sido la base de la columna vertebral del combinado campeón. Entrega, lucha y sacrificio durante 6 partidos (se perdió uno por sanción). Hace un trabajo que no se ve y que tiene menos reconocimiento de cara a la galería, pero que quien sabe apreciarlo lo valora el doble. Antes del torneo se le comparaba con Matic por similitud de condiciones. Un pivote trotón, duro, intenso, un elefante con el balón que aparta rivales a su paso y un muro sin él. Un recuperador nato. Pero tras casi este mes de competición se ha revalorizado como algo más. Ha mostrado calidad técnica y llegada hasta el punto de actuar por detrás del delantero. Cada balón aéreo lleva su nombre y dirección y ha mostrado una habilidad innata para trabajar por el compañero, para ejecutar coberturas con criterio y tapar el sitio libre en cada acción. Tiene cosas de Lampard, de Kovacic y del propio Matic. Un todo en uno que ha sido elegido como tercer mejor jugador del evento y sin el que Serbia no podría haberse alzado con el título. No tardará en abandonar el Genk para convertirse en una de las piezas más codiciadas del fútbol mundial.

Stendera, ante Nigeria / GETTY IMAGES
Marc Stendera (19, Alemania): Llegaba Stendera como el líder de Alemania, clara candidata al título, y como quizás el jugador más experimentado del torneo, el más determinante. Y no pudo demostrarlo en la segunda fase tras una primera descomunal donde exhibió sus mejores galas. Sobre todo a balón parado, donde es un francotirador. Stendera es de esa nueva clase de mediapuntas alemanes con mucha movilidad, buena asociación y mejor trato del balón. Sus cuatro goles en el torneo (y tres asistencias) se antojaron vitales para Alemania en un principio, pero falló desde los 11 metros ante Mali el que podría haber sido el tanto de la sentencia y su equipo acabó cayendo, en una sorpresa mayúscula, en la tanda de penaltis ante los africanos. Stendera por todos lados, por ambas bandas o por el medio. Debutó hace dos años con el Eintracht de Frankfurt y ya es titular en la mediapunta del equipo teutón. Un claro candidato a jugador del torneo que no ha podido hacer válidos los pronósticos por la temprana caída del principal favorito al torneo. 

Adama Traoré (19, Malí): El Balón de Oro del torneo gracias a su buen hacer durante todo el evento consolidado con una última puesta en escena de otra galaxia que le dio a Mali la opción de entrar en el podio. Traoré es el mediapunta típico africano, que es escaso pero cuando aparece no deja de sorprender. Zurdo que maneja las dos piernas a las mil maravillas, con un potente disparo desde media distancia y una capacidad infinita para imaginar lo inimaginable. Inventa goles de la nada y asiste por donde nunca parece haber hueco. Sus dos goles y su asistencia en la final de consolación son de museo y el motivo que declinó la balanza en su favor para ser elegido mejor jugador de la cita. Es habitual ya en las alineaciones del Lille francés y no pasará mucho tiempo para que se lo rifen los más grandes.

Andrija Zivkovic (18, Serbia): El jugador distinto de Serbia. Aquel que pone la magia en el conjunto de Paunovic. Principalmente se ha desenvuelto por la derecha, pese a ser zurdo, aunque se mueve bien por todo el flanco de ataque detrás del punta. Zivkovic es la calma antes de la tempestad, un asistente de lujo que duerme la pelota y la esconde antes de enseñarla, antes de cambiar el ritmo de la jugada, antes de pasar de 0 a 100 para luego, si quiere, volver a bajar a 0. Su determinación en los momentos importantes ha sido crucial. El hombre al que darle el balón cuando empieza a quemar porque en sus pies es todo dulzura, más sencillo. Zivkovic es caracoleo, es el tic tac del reloj, es elegancia pura, es el regate antes del último pase. Un baluarte a balón parado con su zurda. El gran derrotado en esa terna de premios individuales quizás por su discreta final.
Silva intenta una chilena / GETTY IMAGES

André Silva (19, Portugal): Cuatro goles y dos asistencias en cinco partidos, números suficientes que no sirvieron a Portugal a pasar de Cuartos pese a ser muy superior en todos los partidos. Los lusos salieron derrotados en penaltis ante Brasil tras haber podido golear a la finalista y subcampeona y su gran torneo sin recompensa tiene a André Silva, delantero del Oporto B, como protagonista principal. Silva es el 9 perfecto, un delantero completísimo que dispone de los mejores registros de los mejores goleadores. Es un tanque físico, bueno de espaldas, al primer toque, capaz de darse la vuelta tras bajar balones con nieve. Pero Silva también es rápido, tiene un tren inferior considerable y es potente con la pelota al pie en carreras de larga distancia. Muy bueno en el regate uno contra uno, muy bueno en el mano a mano con el portero, muy bueno fuera del área, también en el remate dentro de ella. Hace mejores a sus compañeros, pues el trabajo sin balón que hace este aún adolescente bien podría servir ya para enseñarlo en las escuelas. Cuánto ha perdido el fútbol con la rápida eliminación de la Portugal de André Silva.


No hay comentarios:

Publicar un comentario