miércoles, 3 de julio de 2013

Simeone se irá, como ya se fue Martin O'Neill

"Sin armas es difícil, y nosotros necesitamos armas" y "No ha llegado nadie y así es complicado". Esa es la forma que ha tenido Diego Simeone de dirigirse a los directivos del club que entrena y que ha visto cómo su mejor jugador, Radamel Falcao, se ha marchado a un equipo menor con objetivos más lejos que los propios deportivos.


Desde que se sentó en un banquillo, Simeone abandonó esa sombra de jugador duro para convertirse en un mago de la palabra. Siempre con la labia de los grandes, "El Cholo" ha domado a los periodistas, se ha metido en el bolsillo a los rivales y ha enamorado a una afición que siempre le ha amado. Siempre sin perder las formas, Simeone habló hace unas horas desde una televisión argentina para pedir fichajes y un esfuerzo a sus jefes.

Para los que aún no estén habituados al cholismo, Diego Pablo quiso decir, en otras palabras, que se le estaban empezando a hinchar las narices -por no ser soez- de una forma considerable. Y los que le conozcan de verdad, estoy seguro que no pondrían la mano en el fuego por su continuidad en la ribera del Manzanares la próxima temporada.

Después de hacer campeón a Estudiantes de la Plata 23 años después en su primer año como técnico, el argentino no dudó en abandonar el club al que había hecho campeón y del que era nuevo ídolo por desavenencias con la directiva. Era la primera vez que dejaba un club y no era por su culpa, sino por los de arriba. 

Años después dejó San Lorenzo y River -después de hacerle campeón- porque el equipo no estaba cumpliendo con las expectativas previstas, renunciando así a su cargo y su sueldo en favor de un mejor rumbo para el equipo.

M.A Gil
En el Atlético se mueve mucho dinero de unas manos a otras. Falcao, Agüero, Torres dejaron las arcas llenas y entre Mendes, Gil y Cerezo se han repartido el pastel haciendo creer a una afición que estuvo a punto de despertar y a la que los títulos han aborregado que año tras año no hay dinero para fichar, por mucho que se venda. Da igual que las ventas aporten ingresos, da igual que se reduzcan las fichas de aquellos que más cobran, que se firmen acuerdos de cooperación y que el equipo lleve innumerables patrocinadores en la camiseta y pantalón. Nunca hay dinero. Curiosidades de la vida, hace años se descubrió que Miguel Ángel Gil pagaba con fondos colchoneros el banquete de bodas de su hija, las fiestas, los regalos y un etcétera de derroche de dinero que suyo no es.

Diego Pablo, que no es tonto, no estará dispuesto a tragar como en su día sí lo hizo Quique, cuando le vendieron a uno de los jugadores con el que más contaba -Jurado- con el mercado ya casi cerrado. Porque Simeone no es Quique y si no cumplen con lo prometido se irá, como ya se fue Martin O'Neill. 

Martin O'Neill
Corría el balón en el Vicente Calderón el 30 de septiembre de 1997, con la Copa de la Uefa en acción. Simeone hacía unos meses se acababa de marchar al Calcio y el Leicester entrenado por un Norirlandés llamado Martin O'Neill -jugador clave en aquel mítico Nottingham Forest doble campeón de Europa- se enfrentaba a los colchoneros. La victoria visitante por 1-2 fue bochornosa para el equipo local que venía con el cartel de favorito y O'Neill, lejos de la alegría por la victoria, se enamoró del club que al que acababa de pasar por encima, de su encanto, y sobre todo, de su afición. Desde entonces, fiel seguidor.

O'Neill siguió su triunfal carrera en Celtic Park, hasta recalar en un Aston Villa venido a menos y en el que en 3 años consiguió llevar a puestos decentes. Corría el verano de 2010 cuando le pidió a la directiva del equipo de Birmingham que no dejaran salir a James Milner, estrella del equipo. Una promesa que el club aceptó y rompió días después, cuando vendió al centrocampista al Manchester City. De forma inmediata, O'Neill presentó la dimisión del equipo en el que llevaba 3 años echando raíces y que desde su marcha no ha luchado por otra cosa más que por no descender.

Porque O'Neill se enamoró del Calderón como en su día lo hizo Simeone, sólo un mes después de que El Cholo se marchara, recogiendo su testigo. Porque Simeone se fue de sus equipos por promesas incumplidas, como también hizo Martin O'Neill. Ahora le toca al Cholo. Porque nadie quiere que lo haga, pero si le toman el pelo, Diego Pablo no es Quique. Yo no pongo la mano en el fuego.


3 comentarios:

  1. Esto mismo, pero sin el ejemplo de O'neill, ya lo dije yo hace dias en marca o as, no recuerdo. Te digo esto porque es lo que pienso que el Cholo se ira, lo que no se es la reaccion de la aficion, pues si luego van solo 500 a la puerta a protestar, seguiran haciendo lo que quieran, creo que en años no hemos tenido un tecnico tan de la casa ni tan comprometido como el cholo, por eso espero que la gente ahora que todavia hay tiempo reacciones y una manifestacion a tiempo puede ser una solucion, porque mucho me temo que a este paso vendran pocos y malos refuerzos para pelear en una champions que el mas tonto fabrica relojes de titanio y funcionan. Un saludo

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  2. Nunca se estuvo tan cerca de unir a la masa contra la directiva como cuando vendieron a Heitinga. "Lamentablemente" llegaron los títulos gracias a dos entrenadores comprometidos con la causa con plantillas en las que sólo 3 ó 4 sobresalían. Simeone, si se lo propone, haría un llamamiento a la cordura de la afición para echar a los delincuentes que desde hace años se ríen del club. Pero es demasiado "señor" como para siquiera proponérselo. ¡Qué bonito sería un Atleti de sus socios con Diego Pablo comandando y Don Luis en la presidencia...! Un saludo.

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  3. Como por culpa de la directiva se marche simeone, creo que quedare muy desencantado y me costara mi amor por el atleti, porque uno a tragado con mucho ya y la capacidad de permanecer impasivo a uno ya le a terminado por cansar

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