Bernardeschi celebra su primer gol al Barcelona / GETTY IMAGES |
Federico Bernardeschi (Italia, 1994) nació hace 21 años en Carrara, un municipio de la región de la Toscana a escasos 100 kilómetros de Florencia, y con sólo 9 años, en 2003, ingresó en las categorías inferiores de la Fiorentina, el equipo que hoy le ha dado a conocer, el club que ama. Curiosamente, aquel año el conjunto viola pasaba por la peor época de su historia, recién desaparecido y refundado bajo el nombre de Fiorentina 1926 (el original lo recuperaría un año más tarde) y militando en la cuarta categoría del fútbol italiano tras los problemas económicos, la situación de incertidumbre y nula estabilidad no fue obstáculo para que el pequeño Federico se enfundara una camiseta morada de forma oficial por primera vez por mucho que el escudo no fuera reconocible para él, pues también tuvieron que modificarlo un poco tras la desaparición del club.
Bernardeschi se dio a conocer mundialmente en la pasada pretemporada cuando, en un partido de preparación contra el Barcelona, vacunó en 10 minutos dos veces a Ter Stegen y sacó a pasear durante el resto del duelo su clase descomunal. Delantero reconvertido a una posición más secundaria, Bernardeschi suele preferir jugar escorado en banda derecha, donde en su primera temporada como profesional hizo 12 goles y repartió siete asistencias. Fue en la 2013-2014, cuando jugó un papel importante en el Crotone, cedido por la Fiorentina, en el único año que ha pasado fuera del club viola. Una posición que también solía desempeñar en el equipo juvenil de la Fiorentina, con el que anotó 23 goles en algo menos de 40 partidos. Incluso, cuando aún no tenía contrato profesional y se desempeñaba en el juvenil, rechazó una jugosa oferta del Manchester United por querer triunfar de morado. Desde entonces, no ha hecho más que crecer, sobreponiéndose incluso a una grave lesión de tobillo.
Y es que tras el gran año en la Serie B con el Crotone, la 14-15 se presentaba como la campaña de su eclosión en el primer equipo, hasta que su tobillo derecho dijo basta. Sólo iban 10 jornadas de Liga y tres partidos de Europa League, y Bernardeschi ya había llamado a la puerta de la titularidad disputando ocho encuentros y logrando tres tantos y un par de asistencias. La enésima lesión de rodilla de Rossi le había supuesto algo más de galones cuando tuvo que pasar por quirófano y quedarse fuera de los terrenos durante más de cinco meses. Que nadie pregunte cómo, pero consiguió conectar la PlayStation a la televisión de moneditas que había en la habitación de su hotel para simular que podía seguir jugando.
Bernardeschi, con la Fiorentina / GIUSEPPE BELLINI |
Aunque por juego y por historia reciente, la prensa italiana tampoco duda en equipararle con Diamanti, sobre todo por la calidad de su zurda. Tras una pretemporada brillante, Bernardeschi ha arrancado el curso como un jugador fuerte e importante en los planes de Paulo Sousa, nuevo técnico de los italianos, que ha llegado con ideas frescas a un club que necesitaba un pequeño impulso. Se ha inventado un sistema que parece venir a las mil maravillas a un equipo que, a día de hoy, es líder de la Serie A (empatado con el Inter a puntos), algo que no sucedía desde la época de Batistuta. Jugando en una segunda línea al lado de otro mediapunta, que suele ser Ilicic, Bernardeschi está demostrando todo su potencial y puede hacer gala de sus mejores características. Jugador elegante, espigado, de gran zancada, tiene buen manejo de la pelota con los dos pies y su golpeo con la zurda es soberbio. Incluso tiene entre su repertorio un gran golpeo con el exterior de su bota. De todo, sin duda. lo que más destaca es su capacidad para llegar desde esa segunda línea y conseguir una gran cantidad de goles, también gracias a su oportunismo. Puede jugar por la izquierda, puede hacerlo por derecha, hasta ahora su posición fetiche, pero es en la mediapunta pura, con total libertad, donde se ha destapado con sólo 21 años.
Él, humilde, lejos de comparaciones milenarias, prefiere decir que su estilo de juego se parece al de Berardi (Sassuolo), a quien admira. Destaca también en la pelota parada, con un buen disparo tanto en colocación como en potencia del que ya hizo gala en la Serie B y sin duda, cuando está en ventaja para disparar, sabes que te va a vacunar. Su altura y su buena coordinación, además, le permiten añadir a sus habilidades un buen remate de cabeza que le convierte en uno de los atacantes más completos del fútbol italiano.
Ayer vio puerta por primera vez esta campaña en los cinco partidos que ha jugado, en el duelo ante Os Beleneses en la Europa League, tanto que encarriló el partido. La competencia es infinita en el equipo Viola, pues Babacar, Kalinic, Rossi, Mati Fernández, Rebic, Ilicic y el propio Bernardeschi pelean por tres puestos y la competencia interna los hace crecer a todos de forma individual, algo que beneficia al equipo. Conte ya tiene los informes de su hacer con las categorías inferiores encima de la mesa y no debería tardar en llamarle. Seguro que su portero se lo ha recomendado. Buffon no abraza a cualquiera.
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