El torneo, que arranca este jueves, tendrá a 24 selecciones en liza en busca de la final durante las próximas tres semanas. Así, sin más, ahí van unos cuantos jugadores a seguir y unas pequeñas pinceladas de lo que pueden hacer las selecciones favoritas al título:
-Agustín Almendra (Argentina/Boca Juniors): No pudo jugar el Sudamericano de la categoría y fue quizás la pieza que le faltó a la albiceleste para terminar de engranar y llevarse un título que se le escapó en la última jornada. El medio es un líder nato sobre el campo. Entiende el juego como pocos. Se asocia bien en todas direcciones y además de último pase sabe llegar desde segunda línea.
-Nehuén Pérez (Argentina/Atlético de Madrid): Fue quizás la nota positiva del pasado torneo Sudamericano y su buen hacer, motivo para que el Atlético lo añadiera a su plantilla antes de lo previsto. Duro, fuerte y expeditivo, Nehuén, que porta la cinta de capitán, dice querer demostrar en el campo más que en el vestuario, por eso de ser el líder. Tiene buen desplazamiento de balón en largo, da una buena primera salida bastante limpia y es habitual verle subir hasta medio campo con el balón. Por arriba, además, es un gran baluarte.
-Ezequiel Barco (Argentina/Atlanta United): Es Ezequiel Barco un futbolista con unas condiciones tremendas y que debería sobresalir de la media en un torneo donde la edad se iguala por el simple hecho de tener más experiencia que la mayoría de los contendientes. Barco, a quien la suerte no ha acompañado en estos torneos que siempre ha tenido que ver desde casa por lesiones, es un jugador de mediapunta que se desenvuelve mucho mejor en banda izquierda. Es eléctrico, con un uno contra uno endiablado y gusta siempre de tener la responsabilidad en sus botas. Argentina supo suplirle bien en el Sudamericano, pero es sin duda un jugador diferencial.
Ezequiel Barco / Azael Rodriguez/Getty Images |
-Julián Álvarez (Argentina/River Plate): Es el socio de todos. Un jugador que, sin ser delantero centro, puede jugar ahí y sin ser jugador de banda, cae a ambas a las mil maravillas. Su mejor demarcación es el ataque, donde sea, aunque siempre gusta de moverse con libertad por detrás de un delantero.
-Pedro de la Vega (Argentina/Lanús): Esta no es su generación, porque acaba de cumplir los 18 años, pero su buen hacer en la Liga Argentina y lo bien que suplió a Barco en el Sudamericano le hacen ser un jugador esencial en la lista. Puede, incluso, que ante la competencia que se le presenta no tenga minutos como titular, pero un jugador como él es esencial en estos torneos tan pequeños. Desequilibrante a la par que descarado, es capaz de lo mejor y de lo peor, aunque siempre suele ser lo primero.
-Diego Láinez (México/Real Betis): Ha acusado el salto a Europa en el plano físico. En España aún tiene que pasar por el famoso periodo de adaptación, pero en un torneo de semejantes características, Laínez, delantero que se desenvuelve genial por ambos costados, puede volver a brillar como lo hizo en México en sus primeros pasos como profesional.
-Juan José Macías (México/León): Ha sido una de las sensaciones en el país. Propiedad de Chivas, este delantero ha despertado su olfato goleador tanto que recuerda a otros de generaciones anteriores que luego no acabaron dando el gran salto como Erik Torres o Carlos Fierro.
-Juan Camilo 'Cucho' Hernández (Colombia/Granada): Uno no sabe muy bien a qué equipo pertenece el colombiano, cedido en el Huesca en teoría por el Watford. El caso es que Colombia ha presentado a la FIFA en su lista al jugador como propiedad del Granada. Delantero pequeñito pero muy hábil tanto en el primer toque como jugando algo más retrasado, este año, en su debut en Primera, ha sido capaz de ver puerta ante Real Madrid, Barcelona y Valencia, por ejemplo. Acostumbrado a jugar siempre con jugadores mayores que él, con los de su categoría debería brillar aunque Colombia no tenga una selección potente sobre el papel.
-Carlos Cuesta (Colombia/Atlético Nacional): Defensa central que siempre está bien posicionado. Muy potente en la anticipación y en el juego aéreo. Lleva ya varios años como profesional, lo que le brinda una experiencia de la que muchos muchachos de este torneo carecen.
-Gonzalo Plata (Ecuador/Sporting Portugal): El equipo lisboeta no dejó ni siquiera acabar el Sudamericano Sub20 para firmar a uno de los jugadores que acabó estando en el XI ideal del torneo. Extermo habilidoso, siempre buscando el regate, Plata, mejor por la derecha, es una ocasión de gol constante y sus fintas dentro del área un peligro de penalti inminente.
-Stiven Plaza (Ecuador/Real Valladolid): Iba al Sudamericano como la estrella del equipo, pero el Valladolid, que le acababa de fichar, le hizo renunciar al torneo. Allí, Ecuador se proclamó campeona del evento sin el que apuntaba a ser su mejor jugador y su goleador. Ahora, un delantero tan explosivo como él deberá buscar su sitio y ganarse una titularidad que no está nada clara. Ya ha debutado con la absoluta y llega con problemas de rodilla.
-Leonardo Campana (Ecuador/Barcelona Guayaquil): Un delantero distinto, diferente, de los que cuesta ver por aspecto que sea posible llegar a ser futbolista y de los que no se cansa uno de ver cuando el balón le llega al pie. Sin él, le cuesta. Con él, un espectáculo. Inteligente a la hora de proteger de espaldas (su casi 1'90m ayuda) y con recursos siempre para marcar. Pichichi del Sudamericano Sub20 con goles de todos los colores, también ha debutado con la absoluta.
Campana/CLAUDIO REYES/AFP/Getty Images |
-Jordan Rezabala (Ecuador/Independiente del Valle): Pequeñito pero matón. Un problema tenerle en el campo cuando se necesita músculo, una delicia cuando Ecuador propone el balón. Puede ser el damnificado si la selección busca meter dos delanteros natos, pero no debería ser así porque es el cerebro natural de un equipo que ya funciona y que no ha de tocars.e
-José Cifuentes (Ecuador/América de Quito): Capitán del barco. Todos los demás ponen el talento individual, pero Cifuentes es el nexo común que los une. Desde el pivote, es un interior de trabajo y brega, de repliegue y llegada. Es el motor de la selección, el que no puede faltar para que Ecuador vuelva a tener éxito. Es un box to box inteligente y nada exento de calidad aunque siempre prefiere tirar más de fuerza.
-Alban Lafont (Francia/Fiorentina): Ya es uno de los mejores porteros de la Serie A y se antoja complicado que no vaya a ser el relevo generacional de Lloris. Poco que decir de un guardameta por el que la Fiorentina pagó el verano pasado casi 10 millones de euros.
Amine Gouiri/JEAN-PHILIPPE KSIAZEK/AFP/Getty Images |
-Yacine Adli (Francia/G. Burdeos): Su sola presencia física ya es llamativa. Roza el 1'90m y su pelo alborotado le ha llamado a las comparaciones con Fellaini primero y con Rabiot después. Huyendo de estereotipos y en busca de unos minutos que no parecía poder tener entre el conglomerado de estrellas del PSG, en verano tomó la decisión de llegar al Burdeos para llamar a la puerta de la mediapunta en un equipo que le puede dar más posibilidades. Poco a poco ha ido teniendo minutos.
-Evan N'Dicka (Francia/Eintracht Frankfurt): No era sobre el papel el mejor zaguero de esta generación, pero su gran temporada en Alemania le debería hacer jugar un papel importante con Francia de aquí en adelante. Como central o como lateral izquierdo, N'Dicka ha jugado esta temporada casi 40 partidos profesionales. Es tremendamente rápido al corte y se suma al ataque con facilidad, aunque ha de mejorar con el balón.
-Dan Zagadou (Francia/B. Dortmund): Su perfil es exactamente el mismo que el de N'Dicka, aunque a este sí se le presuponía desde muy joven ser un jugador top. Rápido, acostado en el perfil izquierdo, Zagadou abusa mucho del balón jugado en corto y de la conducción y eso a veces no siempre va a su favor.
-Andrea Pinamonti (Italia/Frosinone): Uno de los niños bonitos del fútbol italiano. ¿Cuántos delanteros ha tenido Italia en categorías inferiores que se iban a comer el mundo y se quedaron en nada? Pinamonti amenaza peligrosamente con engrosar esa lista, aunque esta temporada, en los últimos meses, ha crecido poco a poco.
-Keito Nakamura (Japón/Gamba Osaka): Mediapunta habilidoso, del corte de los últimos que han salido de tierras niponas. Su gran Mundial Sub17 hace dos años le puso en el panorama internacional, pese a estar un poco a la sombra de las dos grandes estrellas juveniles del país: Doan y Kubo. Ya hay equipos europeos que han ido a buscarle.
-Kang-in Lee (Corea del Sur/Valencia): Con el miedo a convertirse en un nuevo proyecto de jugador coreano que acaba sin dar la talla, la perla del Valencia llega al torneo para liderar a un equipo que apenas tendrá opciones de victoria. Habiendo debutado con el primer equipo ya en todas las posiciones de la mediapunta, con Corea debería jugar detrás del delantero para tener mayor participación.
-Sekou Koita (Malí/RB Salzburg): Como delantero o como segundo punta, Sekou Koita sigue siendo el mismo jugador que triunfó hace cuatro años, con apenas 15, en el Mundial Sub17. Muy fuerte en el aspecto físico, rápido y potente con su pierna zurda, el RB Salzburgo le fichó el año pasado para tenerlo cedido.
-Nicolás Schiappacasse (Uruguay/Parma): Adaptado en banda izquierda y con algo más de físico desarrollado, Schiappacasse fue el jugador diferencial de Uruguay en el Sudamericano Sub20. Incluso en los partidos en los que jugó mal, siempre tuvo ocasiones para desequilibrar la balanza o alguna jugada individual determinante. Puede jugar como delantero centro, pero su posición ideal es acostado al perfil siniestro. Llega tocado muscularmete y tras varios meses sin minutos en Italia.
-Juan Manuel Sanabria (Uruguay/Atlético de Madrid): Es el mediocentro que hace el trabajo que no se ve. Es ese canalizador de juego entre un pivote más puro y un creador nato. Sanabria puede jugar de ambos o como enlace de ellos. Es el enlace necesario para la celeste.
-Kingsley Michael (Nigeria/Perugia): Un mediocentro box to box puro que pertenece al Bolonia y que este año ha estado cedido en Serie B pero que seguro tras el verano jugará ya en la máxima categoría.
-Andrii Lunin (Ucrania/Leganés): El portero cedido por el Real Madrid es uno de los atractivos del torneo. Con un físico ideal para la portería, la incertidumbre de saber dónde jugará el próximo curso y el aliciente por volver a verle bajo palos tanto tiempo después, Lunin, que ya ha debutado con la absoluta a las órdenes de Shevchenko, será uno de los jugadores diferenciales de una buena generación ucraniana.
-Vitalii Mykolenko (Ucrania/D. Kiev): Hay que ser muy bueno para, siendo tan joven, ser un jugador ya importante en una posición tan compleja como el lateral izquierdo. Así es Mykolenko, que desde que debutara en agosto ya no ha vuelto a saber lo que es el banquillo. También ha hecho su debut con la absoluta y ha sido para quedarse y no para foguearse. En uno de sus partidos, secó a Bernardo Silva. No es mal inicio.
-Vladyslav Supriaha (Ucrania/D. Kiev): El verano pasado el Dinamo se lo robó al Dnipro y este año, con 19, ya ha debutado con el primer equipo. Muchas esperanzas puestas en él, aunque su paso al profesionalismo va poco a poco. Este torneo puede ser su mejor escaparate.
Timothy Weah / Ian MacNicol/Getty Images |
-Sebastian Walukiewicz (Polonia/Cagliari): La anfitriona no tiene una selección muy potente, pero sí uno de los jugadores más atractivos del torneo. Defensa central, duro, expeditivo, con salidas alocadas pero más o menos controladas al ataque. Es un jugador de raza, de los que gustan a las aficiones. Este año, cedido en Polonia, pero el año que viene dará el salto al fútbol italiano.
-Rubén Vinagre (Portugal/Wolverhampton): Frenado en proyección por la llegada a su club de Jonny, Vinagre no parece tener de todos modos muchos obstáculos para acabar haciéndose un hueco. Un lateral muy profundo, con mucha velocidad y con ciertas limitaciones aún para la hora del repliegue. Está verde para el primer nivel aún, pero son estos torneos los que hacen curtir.
-Diogo Dalot (Portugal/Manchester United): Más de 20 millones pagaron los Red Devils por él este verano, pero de momento la Premier League se le ha hecho cuesta arriba. Muchas lagunas defensivas para ser titular, Mourinho no confió en él pero desde su destitución poco a poco ha ido ganando enteros en ambas bandas y en posiciones de lateral y carrilero. Un buen comodín. Cuestión de tiempo, de partidos y de experiencia.
-Florentino (Portugal/Benfica): Uno de los nuevos niños maravilla del fútbol portugués. Mediocentro posicional que abarca mucho campo y a quien la precocidad le da un plus y un regusto por acabar las jugadas en posiciones más adelantadas. Ha terminado la temporada siendo titular indiscutible con el Benfica.
-Gedson Fernandes (Portugal/Benfica): La pareja de baile de Florentino tanto en club como en selección y quizás su mayor enemigo por un puesto. Gedson, que es algo más alocado y más ofensivo, ha visto cómo sus minutos han ido menguando con la irrupción de su compañero. En este torneo podrían jugar juntos.
-Jota (Portugal/Benfica): No confundir con Diogo Jota (Wolverhampton), este es el jugador ofensivo previo a Joao Félix. Un poco como los dos anteriores, Jota y Félix se han ido pisando mutuamente en categorías inferiores hasta que este año, cuando parecía que Jota iba a dar el salto por una simple cuestión de generación, Joao Felix ha tirado la puerta abajo.
-Trincao (Portugal/S. Braga): Puede jugar de mediapunta en las tres posiciones de ataque o como jugador más adelantado. Suele jugar mejor acompañado de otro delantero porque es un jugador poco corpulento, pero muy habilidoso y rápido cuando encara la frontal del área.
-Rafael Leao (Portugal/Lille): Una de las mayores perlas que tiene Portugal en su cantera. Formado en el Sporting Portugal, el verano pasado fue uno de los jugadores que se marchó gratis por el motín que estalló en el club lisboeta en el que aficionados y dirigentes se vieron envueltos. Este año ha evolucionado muchísimo y, aunque siempre ha sido un jugador más de banda, ha experimentado una gran evolución hasta la posición de delantero.
Rafael Leao /FRANCOIS LO PRESTI/AFP/Getty Images |
Selecciones favoritas al título
-Argentina: Posiblemente presenta la nómina más amplia de jugadores talentosos. Solo falta ver cómo los juntará. Además, tiene recursos necesarios en prácticamente todas las posiciones y jugadores diferentes para distintos estilos. A los ya mencionados hay que unir el sacrificio y el despliegue físico de Mura o Sosa, la imprevisibilidad de un punta magnífico para jugar directo como Gaich y el plus que pueden dar Maroni o Aníbal Moreno.
-Portugal: Si Argentina es la que más jugadores de talento tiene, Portugal es la que tiene más jugadores ya en la élite. La experiencia en estos torneos siempre es importante y los lusos colocan en la cita a varios jugadores titulares en equipos como el Benfica.
-Uruguay: Siempre aguerridos, Uruguay sabrá potenciar muy bien su defensa. No en vano, la línea que forman Araujo, Cáceres, Méndez y Busquets es posiblemente la zaga más seria del torneo, con Acevedo haciendo de pivote y en ocasiones incluso de tercer central. Apenas tiene profundidad y prodigación en ataque, pero eso queda para Schiappacasse y Darwin Núñez.
-Francia: Por simple palmarés y por convocatoria hay que incluirles como el equipo europeo con más posibilidades junto a Portugal. Francia, que ganó este título en 2013, cuenta con jugadores con bastante experiencia e, igual que Uruguay, con una defensa muy experimentada aunque con muchas similitudes entre sus zagueros. No cabe duda que será el equipo más rocoso, aunque su debe puede ser el ataque. Encontrar a Gouiri en el gol y que Sylla y Diaby estén acertados les haría imparables.
-Ecuador: Por nombre y por escudo, el peor de los favoritos. Por once inicial, puede dar la sorpresa a más de uno. Lo que funciona no se toca. Por eso, con Cifuentes como ancla, con Rezabala, Alvarado y Plata creando y con Campana ejecutando, pueden ser imparables. En el costado izquierdo, para permitir que Alvarado combine por dentro, siempre aparecerá Palacios, un carrilero largo con mucho recorrido. Y en el banquillo, o al menos así debería ser, aguardará Plaza para cuando le toque subir una marcha más al partido. Han de controlar siempre el partido en ese ritmo tan frenético que imponen porque como otro equipo se plante ante ellos pueden acusar la fragilidad defensiva.
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