Alexandre Pato, presentado como nuevo jugador del Chelsea |
Los hay de todos los colores, casi a gusto del consumidor, y de todos los precios posibles. El Espanyol, por ejemplo, que fichó al meta Arlauskis, sin minutos en el Watford, y a las pocas horas de llegar ya estaba debutando en Liga ante el Real Madrid sentando a un Pau López que parecía intocable. Uche, que sumará efectivos al ataque del Málaga o Isaac Cuenca, de vuelta en la Liga gracias al Granada. Los andaluces, por cierto, vendieron a su joven perla Peñaranda al Watford en el último día de mercado, aunque seguirá cedido en Los Cármenes. Claro que por las relaciones entre ambos clubes, propiedad de la familia Pozzo, poseedora del Udinese, es como cuando mi hermana me pide un bolígrafo y pretendo cobrarle por prestárselo. Nada serio.
No se ha cortado el Getafe a la hora de incorporar a un viejo rockero: Álvaro 'Palito' Pereira, que tras jugar en Inter de Milán y Oporto, entre otros, recala en el club azulón cedido por Estudiantes de la Plata. Marco van Ginkel, la promesa del Chelsea que no deja de dar tumbos sin ningún éxito, probará suerte en su Holanda natal, reforzando a un PSV que sigue vivo en Champions (jugará frente al Atlético) y que necesita jugadores como el comer. Sobre todo ahora que Guardado está lesionado. Y si el holandés ha salido del Stoke, ha sido en parte porque si ya de por sí le costaba tener minutos, el fichaje de Imbula por los potters le ha terminado de cerrar las puertas. Un Imbula por el que el Oporto, siempre rentabilizando sus operaciones, ha sacado la friolera de 24 millones de euros. Nada mal para un chico que a sus 23 años no ha demostrado nada.
Otro clásico como Heitinga, el jugador más querido por la afición del Ajax en los últimos años, colgó ayer las botas a los 32 años y se unió al cuerpo técnico del club ajacied. Una pena su historial de lesiones, pues las rodillas, destrozadas desde la Eurocopa 2008, cortaron la progresión del que apuntaba a ser mejor central del mundo. Luego está el Atlético, donde jugó el holandés, por cierto, una serie de catastróficas desdichas que se fue a por Augusto tras lesión de Tiago y ahora se encuentra que con la rotura de ligamentos del primero la posición vuelve a estar huérfana y que ambos retornarán casi a la par. A no ser que Kranevitter, otro llegado en invierno, demuestre que no está verde y que tiene ya el ritmo para jugar en España.
El Newcastle ha tirado la casa por la ventana en invierno para arreglar lo que no hicieron en verano, que fue mucho. Pero la táctica sigue siendo la misma, fichar jugadores por fichar, gastar dinero sin ton ni son y tener un equipo que se ha gastado más de 150 millones de euros en los puestos de descenso. A los Mbemba, Wijnaldum, Thauvin o Mitrovic que llegaron en verano se han unido Doumbia (cedido), Shelvey, Saivet y Townsend. Y no llegó Berahino por unas pocas horas.
El mercado chino ha irrumpido con fuerza. Ramires (30 millones), Mbia, Guarín, Gervinho, Fredy Montero, Luis Fabiano, Renato Augusto o Elkeson han hecho las maletas y se han ido al gigante asiático. Y porque Jackson Martínez se negó... En Italia, el Inter quiere ganar la Liga, y para eso se ha hecho con los servicios de Eder, la estrella de la Sampdoria que ganaba partidos en solitario. También la Fiorentina, que ha dejado salir a Mario Suárez y Rossi y se ha reforzado con Mauro Zárate, otrora estrella del campeonato, Tino Costa, Tello y Benalouane. A Italia ha vuelto también El Shaarawy, a una Roma necesitada de atacantes porque los suyos no hacen gol. De momento el transalpino ha arrancado con buen pie.
Dos son sin duda los fichajes estrella del mercado invernal, en mi opinión. Uno es el de Alexandre Pato por el Chelsea. Operación duradera, lenta. Pato no pudo recalar en el conjunto londinense en agosto por problemas con el permiso de trabajo y la inmediatez del cierre de mercado hizo que los de Mourinho se decantaran por Pedro a última hora. Con más tiempo para evaluar la situación del brasileño, los blue se han adelantado a Liverpool y Manchester United para dar una segunda oportunidad a un jugador que apuntaba a Balón de Oro y al que las lesiones frenaron la progresión. No me escondo, diré que soy admirador de su juego y que en Inglaterra puede romperla. Ha recuperado sensaciones y ritmo y ha logrado 40 goles en sus últimos dos años con el Sao Paulo. Nada mal. Ahora el Chelsea lo pesca como cedido, sin coste alguno y si funciona, recordemos que sólo tiene 26 años, puede ejecutar una compra definitiva o aguardar seis meses sin él hasta que expire su contrato (en diciembre).
El otro es Malcom, extremo brasileño de 18 años por el que el Girondins de Burdeos ha pagado cinco millones de euros. Una operación fantástica de un precio bajísimo por uno de los jugadores más prometedores del mundo. Recuerda mucho en su jugar a Douglas Costa (no vamos a descubrirle ahora), que también dejó Brasil en su día para ir a Ucrania por una cifra ínfima. Al nivel de la llegada de Ángel Correa al Atlético, por ejemplo. Talento a coste barato.
También está Víctor Valdés, que ha puesto fin a su paseo en el infierno vangaliano y ha recalado en el Standard de Lieja para volver a sentirse futbolista a los 34 años. Con ganas de algún refuerzo más se ha quedado el Leicester, líder de la Premier League. Siguen los de Ranieri con paso firme en la punta de la tabla, aprovechando los tropiezos del Arsenal y del Manchester City en la Liga más barata de los últimos tiempos. Sólo han incorporado a Demarai Gray, a quien la Championship se le quedaba pequeña. Remy era su sueño (también un lateral polivalente), pero tendrá que conformarse con acabar la temporada entre la grada y el banquillo de Stamford Bridge. Y así, entre idas y venidas. entre fichajes frustrados, el mercado se vuelve a cerrar y tendremos seis meses de rumores sin fundamento, de baile de banquillos (Guardiola llega al Manchester City) y de equipos que, por no hacer bien el trabajo en el presente curso, planifican sus nuevos retos.
No se ha cortado el Getafe a la hora de incorporar a un viejo rockero: Álvaro 'Palito' Pereira, que tras jugar en Inter de Milán y Oporto, entre otros, recala en el club azulón cedido por Estudiantes de la Plata. Marco van Ginkel, la promesa del Chelsea que no deja de dar tumbos sin ningún éxito, probará suerte en su Holanda natal, reforzando a un PSV que sigue vivo en Champions (jugará frente al Atlético) y que necesita jugadores como el comer. Sobre todo ahora que Guardado está lesionado. Y si el holandés ha salido del Stoke, ha sido en parte porque si ya de por sí le costaba tener minutos, el fichaje de Imbula por los potters le ha terminado de cerrar las puertas. Un Imbula por el que el Oporto, siempre rentabilizando sus operaciones, ha sacado la friolera de 24 millones de euros. Nada mal para un chico que a sus 23 años no ha demostrado nada.
Kranevitter, presentado con el Atlético / ARG AGENCIAS |
El Newcastle ha tirado la casa por la ventana en invierno para arreglar lo que no hicieron en verano, que fue mucho. Pero la táctica sigue siendo la misma, fichar jugadores por fichar, gastar dinero sin ton ni son y tener un equipo que se ha gastado más de 150 millones de euros en los puestos de descenso. A los Mbemba, Wijnaldum, Thauvin o Mitrovic que llegaron en verano se han unido Doumbia (cedido), Shelvey, Saivet y Townsend. Y no llegó Berahino por unas pocas horas.
El mercado chino ha irrumpido con fuerza. Ramires (30 millones), Mbia, Guarín, Gervinho, Fredy Montero, Luis Fabiano, Renato Augusto o Elkeson han hecho las maletas y se han ido al gigante asiático. Y porque Jackson Martínez se negó... En Italia, el Inter quiere ganar la Liga, y para eso se ha hecho con los servicios de Eder, la estrella de la Sampdoria que ganaba partidos en solitario. También la Fiorentina, que ha dejado salir a Mario Suárez y Rossi y se ha reforzado con Mauro Zárate, otrora estrella del campeonato, Tino Costa, Tello y Benalouane. A Italia ha vuelto también El Shaarawy, a una Roma necesitada de atacantes porque los suyos no hacen gol. De momento el transalpino ha arrancado con buen pie.
Dos son sin duda los fichajes estrella del mercado invernal, en mi opinión. Uno es el de Alexandre Pato por el Chelsea. Operación duradera, lenta. Pato no pudo recalar en el conjunto londinense en agosto por problemas con el permiso de trabajo y la inmediatez del cierre de mercado hizo que los de Mourinho se decantaran por Pedro a última hora. Con más tiempo para evaluar la situación del brasileño, los blue se han adelantado a Liverpool y Manchester United para dar una segunda oportunidad a un jugador que apuntaba a Balón de Oro y al que las lesiones frenaron la progresión. No me escondo, diré que soy admirador de su juego y que en Inglaterra puede romperla. Ha recuperado sensaciones y ritmo y ha logrado 40 goles en sus últimos dos años con el Sao Paulo. Nada mal. Ahora el Chelsea lo pesca como cedido, sin coste alguno y si funciona, recordemos que sólo tiene 26 años, puede ejecutar una compra definitiva o aguardar seis meses sin él hasta que expire su contrato (en diciembre).
Malcom, en su etapa en Corinthians / GIRONDINS |
También está Víctor Valdés, que ha puesto fin a su paseo en el infierno vangaliano y ha recalado en el Standard de Lieja para volver a sentirse futbolista a los 34 años. Con ganas de algún refuerzo más se ha quedado el Leicester, líder de la Premier League. Siguen los de Ranieri con paso firme en la punta de la tabla, aprovechando los tropiezos del Arsenal y del Manchester City en la Liga más barata de los últimos tiempos. Sólo han incorporado a Demarai Gray, a quien la Championship se le quedaba pequeña. Remy era su sueño (también un lateral polivalente), pero tendrá que conformarse con acabar la temporada entre la grada y el banquillo de Stamford Bridge. Y así, entre idas y venidas. entre fichajes frustrados, el mercado se vuelve a cerrar y tendremos seis meses de rumores sin fundamento, de baile de banquillos (Guardiola llega al Manchester City) y de equipos que, por no hacer bien el trabajo en el presente curso, planifican sus nuevos retos.
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