Jackson Martínez, flamante fichaje del fútbol chino / GUANGZHOU |
Lo de Estados Unidos y China es diferente. Ambos países, dominadores absolutos de los Juegos Olímpicos, se han propuesto conquistar también el deporte rey. Una apuesta dura, difícil, a largo plazo. Pero si algo tiene el gigante asiático es que todo lo puede. Nada se interpone en su camino y lo que se propone, lo consigue. Son 1.600 millones de habitantes de los 7.000 que tiene el planeta, alguno bueno habrá de salir. No tienen a los niños entrenando desde los cuatro años para ser los más competitivos en vano. Ni hablar del sueño americano, que a base de patriotismo consiguen lo que otros no alcanzan.
En el país del tío Sam el soccer ya es el segundo deporte más seguido y practicado, tras el fútbol americano. Ha superado en sólo unos años al béisbol y al baloncesto y el crecimiento no tiene freno a día de hoy. La empresa, no obstante, es harto compleja. No se puede levantar uno y de la noche a la mañana haberse convertido en ejemplo de nada. El desafío es a largo plazo. Quién sabe si 15, 20, 30 o 50 años tendrán que pasar para ver a China levantando un Mundial y a un país norteamericano doblegando, sin ser una sorpresa, al campeón de Europa en el Mundialito de Clubes. Para ello hace falta culturalizar al país, inyectar el fútbol como una forma de vida. Y eso se consigue haciendo el deporte más atractivo. Para ello, han comenzado ambos países tirando de talonario. Vale que siempre habrá algún romántico viajante, soñador empedernido con vivir en Asia o en USA, o alguno cuya máxima aspiración es ser la imagen del fútbol en otro continente, pero el 99% de los jugadores que aterrizan en esos países es puramente por dinero.
Es una pescadilla que se muerde la cola. Cuantos más jugadores de nivel, más se culturaliza el país. Cuanto más se culturaliza, más nivel adquirirá la Liga y más jugadores de nivel llegarán. Los primeros son los que abren el camino a lo demás. Son los dos factores necesarios para que un equipo chino o norteamericano adquiera nivel: Buenos equipos, buena cultura. No sirve de nada que llegue el New York Red Bull y fiche la plantilla al completo del Barcelona, pues no tendrían nunca un rival digno al que medirse. Es por eso que se necesita una cantera, una base, y no sólo traer jugadores importados de otros países. Los chicos que acaban de nacer y los que están en su primer lustro de vida son los que conformarán el principio del futuro de una gran Liga. Para que un equipo sea competitivo, por grandes que sean sus jugadores, ha de tener al menos 40 equipos de nivel en el país. Unos 20 en Primera y otros en categorías inferiores. Una base de fútbol, en definitiva.
Nunca será llegar y besar el santo como sucedió con el Manchester City o el Chelsea cuando se convirtieron en niños ricos de la noche a la mañana. Cierto, eso sí, que ambos necesitaron unos primeros años (3 o 4) donde algunos pioneros optaron por arriesgarse. Jugadores distintos como Tévez, polémicos como Adebayor, innovadores como Drogba, enfadados como Robinho. Ellos dieron el primer paso y después llegaron otros cuando acompañaron los resultados. Pero en Inglaterra no había que inculcar los valores del fútbol, la cantera ya existía, el país vivía del balón. La primera premisa tanto en USA como en China es la misma. Allí han llegado los que no han terminado de encajar en sus últimos equipos, como Jackson Martínez o Fredy Guarín. También estuvo Robinho, a quien parece que le va la marcha. Otros que contaban con pocos minutos como Ramires o Demba Ba. Giovinco, un jugador notable en Italia, una estrella en norteamérica o Drogba, Cahill (este ha probado en ambos países), Gerrard, Pirlo, Villa, Lampard o Henry. Jugadores pasados de rosca que en sus últimos años perciben un jugoso contrato a cambio de ser la imagen con la que millones de niños sueñan ser.
Económicamente, es prácticamente imposible competir con estos dos titanes. Estados Unidos opta por fichar jugadores libres o gratis a cambio de un gran sueldo. Es por eso que allí llegan los más veteranos, casi siempre, y en contadas ocasiones pagan un traspaso, como sí hicieron con Gio dos Santos. En China, en cambio, las cosas se hacen de distinta manera. El club asiático pone encima de la mesa una oferta irrechazable para el club, con un precio muy inflado (Ramires 30 millones, Jackson Martínez 42+3, Alex Teixeira 50) que hace que las dos entidades lleguen rápido a un acuerdo. El jugador, que puede tener alguna duda más, queda totalmente convencido cuando ve que el acuerdo entre clubes es total y que él va a percibir un jornal 3, 4 o 5 veces superior al que tenía firmado. Por eso Alex Teixeira optó por ir a China cuando tenía encima de la mesa ofertas del Liverpool y del Chelsea. Muy pocos son los clubes capaces de rechazar estas misivas. El Zenit ha desestimado una oferta de 91 millones por Hulk, quien en sus inicios como futbolista jugó en Japón, por cierto.
No sólo hablamos de jugadores, pues el gigante asiático también ha tirado de chequera para llevar a grandes entrenadores, técnicos campeones de muchas cosas con un gran cartel mundial. Así, Sven Goran-Eriksson, Dan Petrescu, Felipe Scolari, Zaccheroni o Mano Menezes tienen a su cargo algunos clubes del país. También otros menos conocidos, pero también europeos, como Cosmin Contra o Gregorio Manzano. En cuanto a los conocidos que hoy engrosan las listas en ambos países, nos encontramos con casi un centenar de nombres ilustres que han dado el primer paso para que las dos ligas consigan crecer. Drogba, Dempsey, Giovinco, Bradley, Kaká, Giovani dos Santos, Obafemi Martins, Lampard, Pirlo, David Villa, Iraola, Robbie Keane, Gerrard, Nigel de Jong, Barnetta, Cvitanich, Nelson Valdez, Juan Arango, Diego Valeri, Wilson Palacios o Erik Torres juegan hoy en la MLS estadounidense. Alex Teixeira, Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Goulart, Freddy Montero, Guarín, Demba Ba, Paulinho, Renato Augusto, Gil, Jadson, Mbia, Kakuta, Elkeson, Giovanni Moreno, Diego Tardelli, Darío Konka, Paulo Henrique, Alan, Rubén Micael, Jo Alves, Sammir, Mohamed Sissoko, Tim Cahill, Luis Fabiano o Burak Yilman disputarán a partir de marzo una Superliga China en la que ya no estarán Robinho y Diarrá, entre otros. Una competición, por cierto, que cierra su mercado a finales de febrero en el que seguro veremos algún bombazo más.
Alex Teixeira, fichado por 50M / JIANGSU |
No sólo hablamos de jugadores, pues el gigante asiático también ha tirado de chequera para llevar a grandes entrenadores, técnicos campeones de muchas cosas con un gran cartel mundial. Así, Sven Goran-Eriksson, Dan Petrescu, Felipe Scolari, Zaccheroni o Mano Menezes tienen a su cargo algunos clubes del país. También otros menos conocidos, pero también europeos, como Cosmin Contra o Gregorio Manzano. En cuanto a los conocidos que hoy engrosan las listas en ambos países, nos encontramos con casi un centenar de nombres ilustres que han dado el primer paso para que las dos ligas consigan crecer. Drogba, Dempsey, Giovinco, Bradley, Kaká, Giovani dos Santos, Obafemi Martins, Lampard, Pirlo, David Villa, Iraola, Robbie Keane, Gerrard, Nigel de Jong, Barnetta, Cvitanich, Nelson Valdez, Juan Arango, Diego Valeri, Wilson Palacios o Erik Torres juegan hoy en la MLS estadounidense. Alex Teixeira, Jackson Martínez, Ramires, Gervinho, Goulart, Freddy Montero, Guarín, Demba Ba, Paulinho, Renato Augusto, Gil, Jadson, Mbia, Kakuta, Elkeson, Giovanni Moreno, Diego Tardelli, Darío Konka, Paulo Henrique, Alan, Rubén Micael, Jo Alves, Sammir, Mohamed Sissoko, Tim Cahill, Luis Fabiano o Burak Yilman disputarán a partir de marzo una Superliga China en la que ya no estarán Robinho y Diarrá, entre otros. Una competición, por cierto, que cierra su mercado a finales de febrero en el que seguro veremos algún bombazo más.
Será muy difícil, será un proyecto a muchos años vista. Quizás hasta 2050 Estados Unidos y China no sean competitivos a todos los niveles. Lo que sí está claro es que si no dejan de trabajar, son dos países con los mimbres suficientes y los medios necesarios para acabar dominando el mundo.
Giovinco y Kaka / MLS |
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