Víctor Valdés sigue alargando su leyenda. Esa de jugador infravalorado y que salva al Barcelona cuando es necesario, que no es muchas veces. En la noche en la que Messi dio un paso hacia adelante y Neymar demostró que es un buen lacayo del argentino y Diego Alves se erigió como mejor jugador del partido, por mucho que Leo hiciera un hat trick, por mucho que Valdés salvara a su equipo, y por mucho que Postiga siga callando bocas. Esta vez con un cabezazo soberbio y un golazo de chilena.
Y así, el Barça se coloca líder por mejor golaverage, empatado por Atlético de Madrid, Villarreal y Real Madrid, en ese orden. Los de Simeone lanzaron un órdago ayer a la liga en el partido Champions de la jornada. Por mucha estrategia de partido a partido que diga el Cholo, las vistas están puestas muy lejos en seguir de cerca a los dos titanes y esperar un posible tropiezo. Con Arda, Costa, Villa y Koke, todo parece posible. Más aún cuando Gabi y Mario trabajan como obreros para vencer a los mejores medios del mundo en un equipo en el que la figura de Miranda sobresale como un gigante y en la que el gigante de verdad, que es belga y sólo un crío, ya está entre los mejores porteros del mundo.
Al otro lado del Manzanares, el Real Madrid se metió a la afición en el bolsillo en una jornada mañanera que hizo madrugar a los aficionados, que vieron cómo Isco se coronaba ante un Athletic que se dejó a los leones en Bilbao y salió al Bernabéu con los gatitos. El Villarreal, con más trabajo que ruido y sin ocupar portadas, juega al ritmo que marca Giovani dos Santos y está arriba, codeándose con los grandes como años antes de su descenso. Roig se lo merece.
El Almería sigue empeñado en que si los partidos durasen 80 minutos serían líderes y Málaga y Sevilla empataron en uno de los derbis andaluces con más picante en las gradas y con menos juego en el terreno. Ganaría el que lo hiciera menos mal de los dos. No ganó ninguno.
En la Premier, ya sin Gareth Bale, el Tottenham perdió por 0-1 ante el Arsenal en el derbi del Norte de Londres. 100 millones gastados este verano contra nada. Y ganó la nada con un gol de Giroud, que se repite más que la fabada en su empeño por hacer goles cuando más se le critica. A la chita callando. Aunque el partido de la jornada lo ganó Sturridge para poner al Liverpool al frente, en solitario, de la clasificación. 3 goles del punta, 3 partidos, 3 victorias por 1-0. Esta última ante un Manchester United en el duelo histórico por la Premier. Y los reds asoman la cabeza al fin. Un histórico que cada día estaba más histérico y que -sin Luis Suárez- está encontrando en Coutinho el faro del equipo. ¿Aguantarán arriba? Por si acaso, acaban de fichar a Sakho y Victor Moses para mejorar plantilla.
Arriba es donde quiere ir el Newcastle. Por plantilla deberían -aunque falta un delantero top-, pero el juego del equipo es bochornoso. Ben Arfa y 10 más. Un equipo sin alma ni corazón que de vez en cuando le pone ganas y abusa de su "10" jugada sí, jugada también. Y es que cuando el partido se moría -muertos llevaban los aficionados, o al menos dormidos, más de media hora- apareció el mediapunta francés para hacer de las suyas y dejar los 3 puntos en St. James Park con un gol de esos con los que está mal acostumbrando a los seguidores.
Negredo, otra vez Negredo. Partía como suplente a principio de temporada y con goles está ganándose una segunda opinión. Cuando el partido tocaba a su fin con 0-0, el vallecano remató como mejor sabe un balón al fondo de las mallas para dar la victoria a su equipo, que no acaba de carburar. Touré completó la victoria casi al final. Goles son amores. Y el Spanish Swansea al fin hizo dos, uno de Pablito Hernández con asistencia de Michu para salir del pozo que como te atrape desde el principio no te suelta. Bony fue titular y el equipo mejoró.
En el Calcio, Arturo Vidal sigue dejando claro semana tras semana que es posiblemente el mejor centrocampista todoterreno del mundo. Llegador incansable, oportunista y un físico descomunal -o descobtrutal, que aunque no existe a mí me gusta más-. Un 4-1 al Lazio y para casa, a copar la parte alta de la tabla. Una tabla que sueñan con liderar una Fiorentina que juega al fútbol como los ángeles y donde Rossi y Mario Gómez se va a hinchar y un Nápoles que al fin, tienen banquillo y plantilla para luchar por todo. Bueno, y a Hamsik. Cinta de capitán en el brazo, el eslovaco ha vuelto por sus fueros con 4 goles en 2 partidos para liderar a un equipo que sueña con ser campeón. Título que se volverá a escapar de Milán porque el equipo de Berlusconi pinta a bochorno y el de Moratti, aunque tienen al fin un entrenador de verdad, escasean mucho en la plantilla.
En Alemania, la que aspira poco a poco a ser la mejor liga del mundo no deja de sorprender. Ya lo es en muchos apartados como en economía-deudas, horarios, precio de las entradas y asistencia a los estadios. En juego, Borussia Dortmund y Bayern de Munich se pelean con los más grandes -si no lo son- y las diferencias son cada vez menores con el resto de la parrilla. Y tras el pinchazo de los chicos de Pep, la lesión de Gundogan le dio galones a un chico armenio de nombre impronunciable que le costó casi 30 millones al equipo de Klopp este verano: Mkhitaryan. Dos goles con la zurda -y eso que es diestro- y 3 puntos para situar a los suyos al frente de la tabla.
En Francia, el Mónaco ya es líder pese a la sanción de dos puntos gracias a un Riviere encendido que está haciendo la sombra a Falcao.
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