Lautaro Martínez, en un duelo ante River Plate/ALEJANDRO PAGNI/AFP/Getty Images |
"Lautaro Martínez va a ser la mejor venta de la historia de Racing". Así lo resume en una frase Víctor Blanco, presidente de Racing de Avellaneda, propiedad del jugador. Hasta la fecha, ese título lo ostenta Marcos Acuña, recién salido al fútbol portugués por 10 millones de euros. Dos más cuesta Lautaro, 12, según acordaron el propio Víctor Blanco y Roly Zárate, agente del jugador. En el club de Avellaneda esperan en 15 días a los dirigentes del Atlético de Madrid, que ofrece 11, y es el mejor colocado para llevarse a un delantero que también siguen el Mónaco y el Arsenal y sobre el que el Valencia tiene una opción preferencial. Su marcha, eso sí, no sería hasta junio de 2018.
Y es que Argentina vive una época de bonanza de jugadores juveniles en los últimos años. Un gran porcentaje de ellos, eso sí, no consigue aclimatarse al fútbol europeo. Quizás por las exigencias preestablecidas o por el gran salto que hay en términos de nivel futbolístico entre su juego y el que se practica en las mejores ligas del viejo continente. Pero Lautaro Martínez (Buenos Aires, Argentina, 1997) parece estar hecho de otra pasta. Haber salido de la nada. Y es que el delantero de Racing ha tirado la puerta abajo sin siquiera llamar a ella. Sin previo paso por el Sub15 o Sub17, Lautaro llegó al Sub20 después de haber debutado en Primera y desde entonces la vida solo le sonríe.
Lautaro nació y creció en Bahía Blanca, ciudad al sur de Buenos Aires y uno de los pocos puntos de todo el país donde el fútbol es secundario. Allí la pasión es el baloncesto. Por eso, a los 15 años se tuvo que decidir por un solo deporte y dejó a un lado las canastas: "Por la tele, prefiero ver el básquet que el fútbol", afirma. Quizás porque se le daba mejor. De ello se dio cuenta con 15 años, cuando debutó con el primer equipo del Club Atlético Liniers (club en el que jugaba desde infantiles), en la Cuarta División.
"Tenía apenas 15 años. Le llevamos de suplente a jugar contra Comercial. Íbamos perdiendo 0-2 y le hicimos debutar en el segundo tiempo. Habían pasado unos dos minutos, recibió su primera pelota y la puso abajo, marcando el primero. Después, el segundo gol lo fabricó él", relata Alberto Desideri, su entonces entrenador, alucinado por cómo un chico con tanta diferencia en lo físico podía aguantar de esa manera la pelota ante rivales que le doblaban en edad. En las imágenes se puede ver a un chico al que todos sacan una cabeza, con un corte de pelo que para nada pasa desapercibido pues lleva una franja rapada al 0 en el centro y pelo largo a los lados (costumbre en Argentina como broma bienvenida de los jugadores más veteranos a los nóveles).
Poco tiempo más estuvo en Liniers, donde hoy aún juega su hermano mayor. La selección de la ciudad de Bahía lo introdujo en 2013 para el Torneo Nacional Sub17, donde se miden los combinados de los chicos más destacados de cada ciudad. Él, un año menor que el resto, fue la figura del equipo, llegando a la final con Rosario, donde perdieron en penaltis. Quiso la casualidad que uno de los entrenamientos con el seleccionado se diera justo en el mismo campo en el que Racing de Avellaneda estaba haciendo pruebas a futuros jugadores. Los técnicos del club decidieron quedarse a ver la práctica y ahí Martínez deslumbró a Fabio Rodaelli, entonces entrenador del Reserva. Semanas después, Lautaro ya era jugador de Racing de Avellaneda empezando su nueva vida al estrellato. Liniers, por cierto, se guardó un 20% de su pase.
Pero la vida en Racing no fue sencilla al principio. El delantero, a quien apodan Toro por su físico y por su bravío, amagó con volver a casa muchas veces. Echaba de menos a su familia, sentía la necesidad de estar con sus hermanos, con quienes la complicidad era innata. Hasta que emergió la figura de Braian Mansilla, quizás su mejor amigo en la plantilla, el que le hizo la vida más placentera. Y todo comenzó a ir mejor. Así lo aseguran los 53 goles en 64 partidos anotados con las categorías inferiores del club, cifras entendidas casi como récord, pues el apartado estadístico de Racing, como su cantera hasta hace bien poco, es un absoluto caos y no existen datos fiables para corroborar si tiene los mejores registros de la historia del club.
El debut con el primer equipo le llegó en noviembre de 2015, con 18 años recién cumplidos, en un partido ante Crucero sustituyendo a Diego Milito.Y desde entonces, el chico que se fija en Luis Suárez y tiene como referente a Radamel Falcao no ha dejado de crecer. En 2016 fue elegido mejor jugador y máximo goleador del Torneo Internacional L'Alcudia, donde Argentina cayó en la final ante España. Ahí el Real Madrid estuvo cerca de ficharlo para el Castilla, pero Racing supo reaccionar y ató al delantero con un buen contrato profesional.
La lesión de Lisandro López y la retirada de Diego Milito le dieron las alas necesarias para crecer y arrancar la temporada 2016-17 de manera esperanzadora. Tanto, que recibió la llamada de Argentina para el Sudamericano Sub20, donde pese al mal papel de la selección, pudo alzarse con el premio al Máximo Goleador (compartido con Cabezas, Amaral y Marcelo Torres). A su vuelta a Argentina, en el mes de febrero, ya era imparable. Había desplazado a Lisandro como ariete referencia y Racing subía puestos en la tabla como la espuma.
Pero a finales de abril llegó el mazazo para el club, porque su killer se tuvo que marchar al Mundial Sub20. En el amistoso previo al torneo, en la disputa de un balón contra el portero de Vietnam, sufrió un fuerte golpe que le provocó la fisura de la tráquea. Descartado de primeras para la cita mundialista por los médicos, la fuerza de voluntad y capacidad de recuperación del chico le hicieron estar al final con sus compañeros para el torneo. Dicen de él que es muy profesional, que tiene la cabeza muy bien amueblada y que cuida mucho su físico. Que no hace tonterías ni tiene problemas con los excesos, que tiene los pies en el suelo y que por eso se ha adaptado tan bien al profesionalismo: tiene hambre y la mente puesta en un objetivo.
Lo cierto es que por momentos peca de novato, de sobre-excitación desmedida y por eso nada más debutar en el Mundial se fue a la calle. Un codazo en la disputa del balón que no vio el árbitro pero sí el VAR le amargó el primer partido oficial con la celeste en el torneo. Algo parecido, por cierto, le pasó en su tercer partido con Racing, cuando ante Argentinos Juniors vio dos tarjetas amarillas en tres minutos. "No me volverá a pasar algo así", decía entonces, claramente enfadado y decepcionado consigo mismo. Lautaro ha cambiado poco y es ese oscuro pasajero que emerge de vez en cuando el que tiene que pulir. Suelta fácil en codo en las pugnas y cuando le cojan la matrícula no le pasarán ni una.
Con 20 años recién cumplidos, el Toro destaca por su buena movilidad en el área y por su olfato. Los goles se le caen de los bolsillos y parece estar siempre bien colocado para ello. En apenas 1200 minutos como profesional ha logrado 10 tantos, lo que da una media sencilla de un gol cada 120 minutos. Dice poco, pues el muestreo de tiempo jugado es escaso para hacer una valoración general, pero a la vez, es notorio que en tan poco tiempo en la élite un jugador se haya adaptado tan bien al profesionalismo.
Lautaro destaca por su determinación e inteligencia, llamativas a su edad. Posee un potente disparo con la pierna derecha y va muy bien de cabeza. Suele ser bastante efectivo y acertado en la toma de decisiones y son todas características que le hacen ser un valor futurible en el fútbol europeo aunque deberá tener cuidado con la adaptación a una de las mejores Ligas del mundo. El éxito no siempre llega. No todos se acomodan y el desnivel al cruzar el charco para algunos es insalvable.
Lautaro Martínez está considerado el jugador Sub20 más prometedor del continente, en una lista elaborada por Pasión Fútbol, donde ya aparecieron en su día los nombres de Neymar, Pato o Agüero, entre otros. A día de hoy sigue lesionado, pues se rompió un dedo del pie y fue intervenido hace meses, aunque ya afronta el tramo final de su recuperación. En Argentina consideran que puede ser uno de los jugadores llamados a liderar el cambio para el ataque y ser la referencia arriba, toda vez que Higuaín a día de hoy no cuenta, que la situación de Agüero está en entredicho y que Icardi es una montaña rusa.
El Atlético de Madrid lidera la carrera por hacerse con el jugador. El Valencia tiene una opción preferencial desde el fichaje de Rodrigo De Paul, pero parece imposible que el fichaje se le escape al club rojiblanco. "El Atlético hizo una oferta por un importe superior a la cláusula y el fichaje está cerrado en un 99%", señala Roly Zárate, su agente desde que tiene 16 años. "El Atlético lo quería para enero, pero Lautaro nos ha pedido seguir hasta junio", continúa, porque el chico quiere minutos y sueña con ir al Mundial 2018. El Atlético irá en dos semanas en Buenos Aires para cerrarlo. Al menos, en Avellaneda eso aseguran.
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