Soteldo, en el Sudamericano Sub20/ RODRIGO BUENDIA/AFP/Getty Images |
Muy pocos entendieron su decisión de firmar el pasado mes de enero por el Huachipato chileno cuando por él preguntaba ya media Europa. Italia y España, sobre todo, se habían fijado en ese crío de 1'58 metros de altura que con 19 años ya tiene en su haber tres títulos ligueros de Venezuela. Debutó con el Caracas a los 16 años, como hiciera su ídolo Salomon Rondón, antes de dar el salto al Zamora, donde ha logrado un torneo Apertura, un Torneo Adecuación y una Primera División en el reciente nuevo calendario creado por la Federación Venezolana de Fútbol.
Debutó con la selección absoluta el año pasado y se presenta ya como el futuro mediapunta de la vinotinto por muchos años. Su mayor hándicap es sin duda la altura. Soteldo es un enano, el jugador más pequeño del fútbol sudamericano, ya no va a crecer más y eso puede suponer una merma a la hora de dar el salto al fútbol del viejo continente, donde realmente está a día de hoy el máximo nivel y donde se requiere mucho más juego tanto físico como técnico y táctico. Los casos son numerosos. Diego Buonanotte, líder de River Plate que nunca pudo competir en Europa. Algo parecido le sucedió a Maxi Moralez, que tras reinar en torneos juveniles y hacer un buen papel en la Liga Argentina, nunca pudo pasar de un juego discreto e irregular con el Atalanta, en el que fue quizás su mejor paso a nivel internacional.
Por eso, Yeferson Soteldo tiene muchas posibilidades de quedarse en el camino, pese a ser un talento innato y un prodigio del balón. Y es una pena. Uno le ve driblar desde la mediapunta, ganar balones divididos a jugadores que le sacan dos cabezas. Soteldo hace de su tren inferior una gran baza. Es rápido, realmente rápido y escurridizo. Pero ha de llegar antes siempre que su rival si no quiere salir perdiendo en el balón dividido o el balón aéreo. Se hace sumamente complicado arrebatarle el balón cuando lo tiene controlado, porque lo conduce pegado al pie, es imprevisible y tiene un cambio de ritmo demoledor.
Soteldo fue uno de los jugadores más destacados del Sudamericano Sub20 celebrado en enero. Con tres goles y dos asistencias, se metió en la parte alta del máximo artillero y el máximo pasador y ayudó a Venezuela a llegar al Mundial Sub20, donde su selección está siendo una de las mejores en cuanto a forma y resultados y su portentoso ataque (junto a Ronaldo Peña, Cordova y Peñaranda) le hacen candidato a todo. Y eso que Soteldo llegó en baja forma, tras una lesión de rodilla que le produjo una entrada criminal del futbolista Camargo durante un partido de la Liga de Chile y que le tuvo entre algodones hasta minutos antes del debut.
Soteldo, apodado Minion por motivos evidentes, sigue progresando poco a poco en el fútbol sudamericano. No es un goleador consumado, pero es buen asistente y un generador de peligro constante. Quiere cocer a fuego lento antes de pensar en dar un salto a Europa, donde sabe tendrá que hacer muchos méritos para ser competitivo. De momento, en Venezuela y Chile disfrutan de su juego. Hay vida más allá del fútbol europeo.
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