Cuando Alex Meier decida colgar las botas, si es que eso sucede algún día, su imagen pasará a formar parte de una de las columnas que sostienen la estación de Metro de Willy Brandt Platz, en el corazón de Frankfurt del Meno. O al menos debería. Y es que bajo la tierra, la figura de los jugadores más ilustres que han jugado en el equipo de las águilas como Jay Jay Okocha o Anthony Yeboah se dibujan en cada una de los pilares de la hilera de columnas que sostienen la parada.
Alex Meier (17 de enero de 1983, Alemania) desarrolló su carrera juvenil en las filas del Hamburgo. Cuando cumplió la mayoría de edad, un equipo ilustre como el St. Pauli, rival directo del equipo del propio Hamburgo, hizo todo lo posible por hacerse con sus servicios. Meier, una de las promesas de la cantera alemana, había perdido comba en los últimos meses y vio viable un traspaso a un club que no le alejaría de casa y cuyo primer equipo disputaba la Bundesliga. Tal fue su adaptación y su resurgir que a final de temporada aparcó el equipo juvenil y debutó en la primera división alemana, aunque la mala fortuna acabó con el equipo perdiendo la categoría. Ya con 19 años, su papel en la Bundesliga 2 fue crucial, permitiendo que el Hamburgo decidiera repescarle y llegando a ser el mediapunta titular de la Sub21.
Pero las cosas entre club y jugador nunca parecían arrancar, y tras un año donde volvió a intercalar minutos (pocos) entre primer equipo y juvenil, el Eintracht de Frankfurt, que había iniciado un proyecto de regreso a la Bundesliga, apostó por él. Meier siempre fue un mediocentro llegador. Su 1'98m de altura le hacían ser un gran cabeceador y un bastión en la medular. Trotón, un jugador lento, de ida y vuelta. No derrochaba calidad, pero no estaba para nada exento de ella y su físico desgarbado le hacía parecer a veces un jugador que no era, torpe y falto de cualidades.
Desde su aterrizaje en Frankfurt hace 12 años, Alex Meier ha sido siempre el jugador más importante del equipo. En su primer curso, los diez tantos logrados por él propulsaron rápidamente al equipo a la Bundesliga. En sus siete primeras temporadas manejó registros goleadores que se movían entre los tres y los 12 tantos. Fue justo en la 2010-2011, cuando una lesión le apartó del equipo casi la mitad de los partidos, cuando su aportación se redujo a sólo dos dianas y el Eintracht perdió la categoría.
El descenso provocó que las águilas se quedaran cortos de delantera y fue ahí cuando el técnico Armin Veh le propuso al ya capitán Meier cambiar su posición. El resultado no pudo ser más positivo. Meier se erigió como líder goleador, como punta de lanza, como un killer silencioso dentro del área, y ya nunca ha bajado de los 15 tantos por temporada. Entonces, logró ser el máximo goleador de la Bundesliga2, devolviendo al club a primera división.
El año de su retorno a la máxima división, el E. Frankfurt acabó en puestos de honor, logrando la clasificación para jugar Europa League el curso siguiente. La 2014-2015 supuso el mejor momento de forma de su carrera. Una temporada mágica que acabó algo pronto para él, pues en abril se lesionó de gravedad de la rodilla y no pudo volver a los terrenos. Acabó su campaña dos meses antes que el resto con 19 goles, siendo el máximo goleador del torneo pese al problema de rodilla. Lewandowski y Aubameyang intentaron hasta la última jornada dar caza al alemán, aprovechando su ausencia, pero nunca lo lograron.
La lesión, eso sí, le privó de jugar por primera vez en su vida con el equipo absoluto de Alemania, toda vez que Joachim Low le tenía ya en su agenda y había decidido convocarle para los compromisos de clasificación para la Eurocopa 2016. Las lesiones han lastrado sus últimas dos temporadas. Y es que el año pasado fue en febrero cuando un nuevo problema de rodilla le dejó en el dique seco, provocando que el Eintracht acabara la temporada en puestos de promoción y privándole a él de forma particular de luchar por revalidar su título individual.
Este año, Alex Meier ha vuelto por sus fueros. O lo que es lo mismo, ha sabido mantener su nivel y ha sabido esquivar las lesiones. El Eintracht de Frankfurt está cuajando una temporada soberbia, a sólo tres puntos del Bayern de Múnich y a seis del líder, el sorprendente Leipzig. Y todo, en parte, gracias a Alex Meier, el águila indomable de Frankfurt. El corazón de león de una ciudad que respira fútbol por los cuatro costados.
Estación de Metro Willy Brandt Platz |
No hay comentarios:
Publicar un comentario