España es subcampeona de la Copa Confederaciones tras ver como Neymar, Fred, Paulinho y compañía borraba del terreno de juego el dibujo táctico de Del Bosque. El seleccionador español pareció echar de menos un doble pivote que no alineó en todo el torneo por la baja de Xabi Alonso. España -en especial Busquets- se vio sobrepasada.
Un hombre trataba de sujetar todo un entramado que se base en ir al corte limpio cuando se pierde el balón. Sin embargo, el domingo España no tuvo el balón y Sergio estaba desubicado. No podía hacer su trabajo. Brasil movía rápido la pelota. Apenas conducía por el centro del campo. Pases verticales. A banda. Busquets tenía más trabajo del habitual y fuera de su zona habitual. Sin un acompañante y teniendo que desplazarse del mediocentro, dejaba un hueco. Un agujero que ni Xavi, ni Iniesta saben cubrir. Ese hueco suele ser de Alonso y aunque él no estaba, Del Bosque contaba con un campeón de la Champions League. Javi Martínez apenas jugó en su sitio en esta competición. Sin él se había conseguido ganar los tres partidos de grupo sin demasiada dificultad. Pero ante Italia ya se notaba que Xavi no era el acompañante ideal de Busquets en el esquema de Del Bosque si España pierde el balón. Y ante Brasil empeoró.
Pero el dejando de lado un doble pivote que parecía que no era necesario durante todo el torneo podemos hablar de un relevo que ayer llegó a su cenit. Álvaro Arbeloa se ha aferrado al lateral derecho de la selección desde que Sergio Ramos empezara a actuar de central de una forma extraordinaria en el Real Madrid. El lateral salmantino no ha tenido rival. Nunca se había llevado un suplente firme. Sin embargo, César Azpilicueta ha dado esta temporada un salto cualitativo en el Chelsea. Tras una gran temporada en Marsella el ex de Osasuna fichó por el Chelsea y se convirtió desde el primer minuto en el lateral derecho titular de los campeones de la Europa League. Una muestra de su nivel y de su crecimiento. Su llamamiento a la selección no fue ninguna sorpresa e incluso podría llegar para ser titular, como ya hiciera Jordi Alba en la izquierda, en un lateral que pedía relevo desde que Ramos lo dejara huérfano. Y es que sin el andaluz en la derecha, España perdía profundidad, mordiente y entereza. Arbeloa es un cumplidor, de eso no cabe duda. Pero en una campeona del mundo se necesita algo más que un cumplidor. Se necesita magia. Ser incisivo en ataque y veloz en defensa. Azpilicueta entró en el descanso de la final.
Del Bosque ahí sí supo reaccionar ante el poco acierto de Arbeloa. Azpilicueta, algo nervioso, entró con convicción al partido. Supo pegarse a Neymar, lo que pudo, ya que el reciente fichaje del Barcelona dio un recital en la madrugada de ayer. También apareció la velocidad. Esa que se había quedado atrás con Ramos. Azpilicueta supo llegar al corte con velocidad, aunque ayer no era el día idóneo para hacer su mejor partido. Neymar y Fred estaban en estado de gracia y una vez arrancados, ya son imparables.
Uno de los mayores males del fútbol, aunque parezca contradictorio, es instaurarse en el éxito, pues cuando llegan las derrotas, la famosa ‘memoria histórica’ desaparece y nadie parece recordar los orígenes y los éxitos cosechados hasta el momento. Algo como esto es lo que le ha ocurrido a España tras la derrota en la Copa Confederaciones.
Entrando en el dilema popular, nos hacemos dos preguntas: ¿Se trata realmente de un fin de ciclo como tantos apuntan? o ¿tan sólo necesitamos una renovación de cara al Mundial ‘14?
Yo lo tengo claro: RENOVACIÓN. ‘La Roja’ necesita renovarse, pero nada de fin de ciclo.
La transición del conjunto español pasa por tres puntos clave:
1) Retoques:
La portería es quizás el punto que menos habría que tocar. Hasta la próxima cita Mundialistas, podría mantenerse el bloque de porteros, aunque no sería descabellado que De Gea fuese entrando con mayor asiduidad en las convocatorias para ir adaptándose al grupo.
La línea defensiva sí necesita varios retoques. El puesto de lateral derecho necesita urgentemente un relevo. Arbeloa es el ‘patito feo’ del equipo. Partido tras partido demuestra un nivel inferior al de sus compañeros, y tras el Brasil-España, terminó señalado de forma casi unánime. Parece más que necesario dar la alternativa al ‘blue’ Azpilicueta y ‘ascender’ a Montoya y/o Carvajal.
Las continuas convocatorias de Raúl Albiol, son otro lastre. No juega en su equipo ni en la selección y por tanto, su nivel competitivo dista de ser el más óptimo. Parece importante dar cabida a jugadores como Íñigo Martínez o Marc Bartra, a los que se vaticina como los futuros centrales.
Siguiendo en la línea de la renovación, se antoja vital para el futuro de los nuestros el rejuvenecimiento del mediocampo. Ante los continuos problemas físicos de Xabi Alonso y Xavi, que además ha mostrado un escaso nivel en los últimos encuentros, será importante el ‘ascenso’ al combinado absoluto de futbolistas como Illarramendi, Thiago Alcántara o Isco. Así como la mayor implicación de futbolistas como Javi Martínez o Cazorla, o la convocatoria de futbolistas como Javi García, Beñat o el olvidado Arteta.
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Isco (I) y Thiago (D) |
En cuanto a la delantera, resulta bastante alarmante la ausencia de un ‘9’ goleador. Torres hace tiempo que dejó de ser útil, mientras que Villa y Soldado no terminan de convencer a cuerpo técnico ni aficionados. Dar la alternativa a Negredo, Michu o Rubén Castro podría solucionar la escasa aportación goleadora de los delanteros centros.
2) Esquema:
Durante mucho tiempo se ha pedido prescindir del doble pivote para desarrollar un juego más ofensivo, pero lo que realmente resulta necesario es un sistema variante. Ante rivales de poca entidad o que su juego lo permitan, se puede prescindir del doble pivote, pero ante equipos superiores físicamente como Nigeria o ante rivales como Brasil, que su juego frente a España se basa en frenar el mediocentro español, Busquets no es suficiente y necesita de un compañero que le ayude a sostener el mediocampo.
3) Los experimentos de Del Bosque:
Si de algo peca el técnico salmantino es de tomar decisiones controvertidas. La ubicación de Mata en banda, la entrada de Javi Martínez como falso nueve frente a Italia, la omisión del doble pivote en momentos en innecesarios, la continua confianza en jugadores como Torres o Arbeloa, las continuas convocatorias de Albiol o la indecisión en el puesto de delantero centro, merman y mucho el trabajo realizado por el seleccionador, además, de hacer un flaco favor al equipo.
En definitiva, lo que se necesita es una ‘transición-renovación’ de cara a la próxima cita mundialista, más concretamente, lo que se precisa es encontrar el equilibrio entre el núcleo fuerte que tantos éxitos nos ha brindado y el potente núcleo joven que viene por detrás.
Futbolistas como Xabi Alonso, Xavi Hernández o Puyol han de ser dosificados. Otros como Torres, Arbeloa o Albiol deben abandonar el combinado, mientras que jugadores como Piqué, Silva, Cesc, Mata o Villa deben dar un paso al frente y mostrar su mejor versión para demostrar que están a la altura de este equipo.
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Iker Andrés Arroyo ( @IkerGaucho ) de El Diario de Burgos:
"Cuando estos chicos están concentrados, no tienen rival. Pero, a pesar de ello, hace falta algo más"
Un buen lavado de cara. El resultado de la final de la Copa Confederaciones, más que para alarmar, debe servir para abrir los ojos y parase a pensar. Es cierto que España ha ganado los 3 títulos internacionales más importantes de forma consecutiva de los últimos años (obviando las dos copas confederaciones), pero también hay que saber valorar los resultados obtenidos, a pesar de ser positivos en su mayoría, por las circunstancias que los han englobado.
Quizás sea demasiado fácil juzgar a toro pasado. Habiendo perdido, todo son críticas y en parte nos equivocamos, pues estos jugadores nos han hecho y nos harán, o eso espero, soñar hasta límites insospechados hace apenas unos años. Pero en parte acertamos, y quizás en algunos temas hasta nos quedamos cortos. Ni antes éramos tan buenos ni ahora somos los peores.
La lección de juego frente a Uruguay en el primer partido de la Confederaciones, así como el decisivo en Francia para la clasificación del próximo mundial, son síntomas claros de que cuando estos chicos están concentrados, no tienen rival. Pero, a pesar de ello, hace falta algo más. Nos falta gol, eso está claro. En España no hay un delantero con hambre “killer”. Ese jugador que arrasa en el área, o que enchufa cada balón que ronda por la zona del portero… No, no tenemos de eso. Y creo que es el primer cambio necesario.
Villa ha perdido el olfato que tenía, y sin él, hemos estado bastante perdidos. Hay que mirar esas tandas de penaltis frente a Italia, Portugal.. Resultados cortos por apenas un gol de diferencia, excepto en la final de la Eurocopa.
Torres es el otro señalado. La temporada ha ido para él de menos a más, es cierto, pero se ha mostrado desde mi punto de vista demasiado egoísta en esta competición y ha estado fallón cuando más se le necesitaba. Creo que el cambio en la selección debe empezar por la punta de ataque. Soldado tiene movilidad en el área y tira buenos desmarques, es cierto, pero creo que como mucho está para ser suplente, aunque ahora mismo sea el “titular”... De ahí el problema.
Creo que es hora de que la Sub 21 irrumpa y de ese toque de frescura necesario para abrir partidos cerrados. Es lo que tiene Brasil y que nosotros solo encontramos en Iniesta, y se siente solo. Thiago, Isco, Muniaín, Rodrigo…y a un par de años vista, Jesé, Óliver y Deulofeu. Además, sumaría jugadores nuevos, con hambre de demostrar su fútbol y de seguir ganando para completar el cambio en el bloque: Michu, Beñat…Incluso Rubén Castro.
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Diego Costa |
Otro de los que opino, vendría muy bien a la selección es Diego Costa. A pesar de ser brasileño, está a punto de conseguir la doble nacionalidad y hasta que no jugase un partido oficial (lo hizo en amistoso con Brasil) se podría convocar. Sería pieza clave, y el mejor nueve que podría tener España ahora mismo, dentro de lo que hay. Peleón, con carisma y personalidad. El resto, opino, pasa por cambiar a Albiol por algún central que juegue un poco más, y olvidarnos de Arbeloa de una vez. No está para jugar en la selección. Es obvio, solo falta que lo vea Del Bosque y dé el paso a Azpilicueta, Carvajal y Montoya.
Ahora toca esperar, reflexionar y con la cabeza fría, confiemos en que haya cambios. Pequeñas pinceladas en un cuadro casi perfecto para pelear por tan ansiado Mundial en Brasil.
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"Vicente Del Bosque debería apostar por una renovación más que una revolución"
Antes de nada creo que sería adecuado valorar el gran partido que disputó Brasil en todos los sentidos frente a la Selección Española. De Guardiola aprendí que a veces, el rival simplemente es mejor que tú, y como en un juego siempre hay alguien que pierde, cuando te toca perder a ti es importante hacer autocrítica, pero también lo es reconocer que te has enfrentado a un rival superior y que te ha ganado.
Dicho esto, mi valoración de la final de la Copa Confederaciones pensando ya en el Mundial del próximo año es que no hay que tirar por el suelo el bloque de jugadores que tiene esta selección. Los éxitos conseguidos en el pasado así lo ratifican. Este equipo es una de las selecciones más potentes del mundo, y no cabe duda que será uno de los favoritos para llevarse el Mundial de Brasil. Mi análisis no irá enfocado a la parte táctica como eje central, sino que se basará en el ambiente y en la actitud de este equipo y de la sociedad española.
Para mí, lo más importante es empezar a pensar que “La Roja” no es el centro del mundo, por mucho que nos guste su estilo de juego. Los últimos cinco años gloriosos del fútbol español nos han hecho perder la cabeza hasta creernos los mejores en todo. Esto ha desencadenado actitudes prepotentes y de menosprecio al rival, fomentadas en gran parte por la prensa deportiva española. A dónde quiero llegar es que el fútbol, y más en torneos tan internacionales como un Mundial, la historia y la tradición también juegan un papel importante. Aquí es donde pierde España y seguirá perdiendo, al menos hasta que pasen muchos años.
Dos ejemplos explican claramente este hecho. Los enfrentamientos oficiales Italia v España en los últimos años han resultado en 3 empates y 1 victoria para los nuestros. La victoria en la final de la Euro 2012 (4-0) fue el único encuentro en que España fue claramente superior a Italia. Esto, sumado a dos tandas de penaltis ganadas ante los transalpinos, nos ha hecho creer que somos abismalmente superiores a ellos. El otro ejemplo es la contundencia con la que se afirmaba, desde el primer día, que España y Brasil se citaban en la final de la Copa Confederaciones. Para ganarles, claro. 3-0 y recital brasileño.
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Cesc y De Rossi |
Mi modesta opinión es que, sin negar la calidad de la selección, hay que empezar a entender que los rivales también juegan y pueden disputar un partido igualado con sus armas frente a España, e incluso llegar a vencer. Creo importante valorar que la derrota forma parte del fútbol.
Por otro lado, para aportar mi criterio en el terreno táctico, creo que con un año para mejorar, Vicente Del Bosque debería apostar por una renovación más que una revolución. Como ya he expuesto antes, este bloque funciona, es un hecho. Eso no implica que derrotas como las de Brasil te obliguen a reinventarte, pero siempre desde la racionalidad. Yo no soy quien para decidir si debe jugar Casillas en portería, si Arbeloa no debe ir convocado nunca más, o si Xavi debería retirarse del equipo nacional. Aun así, mi opinión, línea por línea, es la siguiente:
La portería es el tema más caliente y yo me decanto por que juegue quien mejor rendimiento haya demostrado. Comprendo que es una decisión muy complicada, pero quizás esa sería mi actuación.
En defensa, me parece muy atrevido juzgar a Arbeloa por un único partido. Creo que si hay un partido en que podía fallar era en Maracaná, contra Brasil, y contra Neymar. Si lo pensamos en frío, es lo normal, estamos hablando de Neymar. No digo que no se le pueda criticar, yo mismo lo he hecho, pero los que le critican que al menos aporten su alternativa. ¿Acaso Azpilicueta lo habría hecho mejor frente a Neymar? No cabe olvidar que hablamos de Arbeloa, titular en el Real Madrid y en la selección.
En el mediocampo hay que darle más protagonismo a Javi Martínez. Alguien que ha ganado la presente Champions de titular y con el Bayern se ha ganado un estatus que no se ha visto reflejado en este torneo. No soy nadie para decir si es mejor jugar con o sin doble pivote, pero sí que creo que Javi Martínez debe estar ahí.
Y en la delantera, el eterno debate de siempre. Torres, Villa, Soldado, Negredo, Michu, Rubén Castro… Cesc. Tienen una temporada por delante para demostrar que deben ir al Mundial de Brasil.
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"Ganar justito, por la mínima o en los penaltis no nos ha permitido ver que no éramos un equipo invencible, ocultando los errores como quien esconde mierda bajo la alfombra."
Ningún equipo es eterno, igual que ningún jugador está toda su carrera en la cumbre. Desde la derrota España debe saber reinventarse y conocer sus carencias. Hasta la fecha nadie había conseguido ganar 3 grandes seguidos –Eurocopa, Mundial, Eurocopa- y eso nos ha convertido en un equipo de leyenda, la misma que dice que no somos una potencia histórica del mundo del balón, pero que sí somos una realidad. Ganar justito, por la mínima o en los penaltis –algo que llevamos un par de años haciendo salvo en la final ante Italia del 2012- no nos ha permitido ver que no éramos un equipo invencible, ocultando los errores como quien esconde mierda bajo la alfombra. La estrella que ganamos con tanto sudor nos dio de forma sistemática la otra estrella, la de la suerte. La de estar en el momento justo o la que permiten que se alineen los planetas en forma de parada –aunque sea sin querer- de Casillas. Hasta que a mamá -representada en el campo por Brasil- le ha dado por mirar debajo de la alfombra y nos han puesto las orejas coloradas…
En un partido que se puede equiparar a los que sufrió el Barcelona contra el Bayern esta misma temporada –quizás porque la columna del equipo nacional es la misma que la del de Tito Vilanova-, España no tuvo poderío físico, estuvo imprecisa con el balón y sobre todo, estuvo mal situada siempre sin él. Si bien es cierto que no es propio pedir un cambio de ciclo, sí es necesario traer cierta savia nueva que active a los que ya están. Porque como dice Simeone, un equipo necesita 4-5 jugadores nuevos cada temporada para que no se estanque el conjunto.
Del Bosque debe continuar. Guste o no, siempre ha dado con la tecla adecuada en el momento justo. Lo hizo metiendo a Navas en aquella noche de Johannesburgo, también metiendo a Llorente para vencer a nuestros vecinos o igual que se inventó a Cesc como “falso 9”, y aunque otras decisiones hubiesen ido mejor –nunca lo sabremos-, las que tomó el ya coronado Marqués resultaron positivas.
Casillas y Valdés se decidirán durante la temporada quién será el portero titular. Veremos si es cierto que Iker ha vuelto –siendo alineado con regularidad- o no. Probablemente sea el tema que menos preocupe. Lo que sí es seguro es que el tercero en discordia –como mínimo- debería ser De Gea, futuro “1” por muchos años de la plantilla y ya coronado como mejor portero de La Premier en uno de los más grandes, el Manchester United. La defensa comandada por Piqué y Ramos necesita un colaborador de garantías. Debería ser Albiol si saliera del Real Madrid en busca de minutos, pero si no, Íñigo Martínez podría contar con todas las papeletas a no ser que Chico Flores, del Swansea, vuelva a hacer una temporada como la última –pero sin lesionarse en el momento menos oportuno-. El lateral zurdo está cubierto; y en la derecha, Azpilicueta parece fijo, mientras que el otro saldrá del que gane en la pugna Arbeloa-Carvajal durante la temporada en el equipo de Ancelotti. Un Arbeloa que ya se ha erigido como centro de las críticas haga lo que haga y ha sido crucificado para siempre tras el bochorno que le hizo pasar Neymar la otra noche. Y cuando el pueblo te señala -con o sin razón-, malo.
Por delante no habría que tocar nada, sólo dejar fluir el balón entre los Busquets, Iniesta, Cesc, y compañía. Alonso volverá con las pilas cargadas tras unas buenas vacaciones y Xavi, el cerebro y máximo culpable de todas nuestras alegrías, decidirá con su juego si merece estar o no. Porque en dos años sólo ha jugado con la selección un partido como él sabe: contra Italia. Curiosidades de la vida, el último que ganamos con cierto criterio. Silva y Mata deben dar un paso hacia adelante e Isco, Koke, Thiago o Illarra nos enseñarán si de verdad están preparados para el gran salto o no.
Y arriba vuelven las dudas. Que Fernando Torres sea el mejor “9” español es un serio problema. Porque no dudo ni de que sea el mejor ni de que sea un problema. Torres ya nunca más será el que todos conocimos por aquellas dichosas operaciones forzadas y nadie parece estar mejor colocado que él para ser titular.
No es un cambio de ciclo. Sólo se trata de jugar como siempre –perdón, como en estos últimos años-, pero con más alegría, fuerza, convencimiento y ampliar el abanico de posibilidades en nuestro juego –léase Llorente o Tello-. Porque eso de defender un estilo es muy bonito, muy patriótico y muy sentimental, pero yo prefiero ganar renunciando a la pelota, o a tanto toque –aunque sólo sea en un partido- a ser fieles a nuestra historia -que es muy corta- y perder. Que Vicente decida.
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Vicente del Bosque |